Turistas extranjeros han frenado sus viajes a los principales destinos europeos después de los atentados en Bruselas de la semana pasada, que ocurrieron poco más de cuatro meses después de los ataques también yihadistas de París, informó hoy el diario estadounidense The Wall Street Journal.

La noche previa a los atentados a la capital belga, los índice de ocupación en algunos hoteles de la capital belga estaban en el 82 % y unos días después cayeron al 25 %, según datos de la firma STR que elabora informes de mercado para la industria hotelera, recogidos por el diario.

En otras capitales europeas también sintieron el efecto de los atentados en Bélgica, como Londres, donde los índices de ocupación hotelera bajaron al 58 %, o París, donde retrocedieron al 67 %, según la misma consultora.

The Wall Street Journal recordó que la industria turística en Europa, que representa cerca del 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) en la región, ya sufrió las consecuencias de los atentados de París en noviembre pasado.

«La incertidumbre geopolítica está provocando que muchos viajeros pospongan la reserva de sus vacaciones», dijo en declaraciones al diario estadounidense Peter Fankhauser, consejero delegado de la firma turística británica Thomas Cook.

Otros expertos como Wolfgang Arlt, director de un instituto turístico en Alemania, apuntaron a que los lugares elegidos por los islamistas para atacar en Bruselas, su aeropuerto principal y la red del subte, seguramente aumentará el temor de los viajeros.

«La gente empieza a ver a Europa como un lugar menos seguro, y algunos turistas, como en el caso de China, ya no diferencian entre Francia, Italia, Alemania o España. Para ellos, toda Europa es insegura», dijo Arlt al diario norteamericano.

Los atentados perpetrados el 22 de marzo pasado en Bruselas, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), dejaron un total de 38 muertos, entre ellos tres atacantes suicidas, y unos 200 heridos, según el último balance ofrecido hoy por las autoridades belgas.