La alcaldesa de Baltimore (EE UU), Stephanie Rawlings-Blake, declaró este martes un toque de queda en la ciudad que se empezará a aplicarse a partir de las 22, hora local, y que se prolongará durante una semana.

En conferencia de prensa, la jefa de gobierno de esa ciudad, que pertenece al partido demócrata precisó que a partir de este martes a las 22 (a las 21 para los menores de 14 años), comenzará un toque de queda que durará hasta las 5 de la madrugada y que se repetirá cada día durante esta semana.

De esta manera, las máximas autoridades políticas, pretenden aminorar la violencia que se ha apoderado durante las últimas horas de las calles de Baltimore a raíz de la muerte de un joven afroamericano cuando se encontraba bajo custodia policial.

La Guardia Nacional del estado de  Maryland ha pedido 5.000 agentes de refuerzo y la Policía estatal otros 500 adicionales para poder controlar las protestas. Los responsables de los cuerpos de seguridad mencionados, ratificaron la petición requerida para su intervención.

Por su parte, el gobernador de Maryland, el republicano Larry Hogan, declaró poco antes el estado de emergencia en Baltimore y movilizó a la Guardia Nacional (una fuerza militar de reserva) para «hacer frente a la creciente violencia y agitación» en la ciudad.

Según se supo, un balance policial informó la existencia de 27 detenidos, además de 15 agentes heridos, «seis de ellos seriamente», según el jefe de policía de la ciudad, Anthony Batts. Es muy clara la diferencia entre lo visto la semana pasada con las protestas pacíficas y estos delincuentes.