El presidente interino de Brasil, Michel Temer, consideró hoy que las demoras en la definición del juicio político que se sigue contra la suspendida mandataria Dilma Rousseff no ayudan a las inversiones para el país, confió en que la cuestionada jefa del Estado será destituía y reveló que si se diera la chance volvería a “conversar dulcemente” con la ex jefa del Estado.

«Pienso que el Senado evaluará las condiciones políticas de quién está en el Gobierno y de quién estuvo antes», señaló Temer en un encuentro con periodistas de medios extranjeros, y destacó “el avance” del país desde su asunción, el 12 de mayo.

El proceso contra Rousseff, suspendida de sus funciones desde esa fecha y acusada de delitos en el manejo de las finanzas, será retomado la semana próxima y deberá concluir a fines de agosto, cuando, según Temer, «los inversores sabrán con quién hablar». «Cuanto más demore (el juicio político), peor será», advirtió.

«Sé de mi actual interinidad», dijo Temer, pero también que, desde que asumió el poder, tiene el «deber institucional» de gobernar al país, al margen del resultado que pueda tener el proceso contra Rousseff, y manifestó su “esperanza en que con el tiempo se reconozca que Brasil se está desarrollando».

El mandatario interino defendió, además, sus planes de reformar el régimen de jubilaciones y las leyes laborales, que consideró «prioritarias» para el país, y dejó entrever la conveniencia de una reforma política, que reduzca el número de partidos, que hoy llegan a una treintena.

Admitió también que la corrupción manchó a toda la política brasileña y “contaminó» a casi todas las formaciones, incluido el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que él presidía hasta el año pasado, pero evaluó que las investigaciones «son un marco» que ayudará a adecentar la política.

Temer ratificó además que mantendrá algunos programas sociales implantados por los Gobiernos de Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, porque «hay que continuar con lo que está bien hecho», y porque en un país como Brasil, con altos índices de pobreza, «es preciso compensar a las clases más carentes».