El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebrará hoy la Independencia de su país con un inusual desfile militar y un discurso en Washington que presentó como «el espectáculo de nuestras vidas» y que abrió una nueva polémica en el país.

Con Trump en campaña por su reelección, grupos pacifistas denunciaron la «politización y militarización» del 4 de julio y protestarán en el lugar del evento, donde prevén remontar un globo que representa a Trump como un bebé enojado envuelto en pañales.

Hacía siete décadas que un presidente no daba un discurso a las decenas de miles de personas que suelen desbordar el National Mall, la zona de jardines de Washington rodeada de museos, monumentos y memoriales, para conmemorar el 4 de julio.

Estados Unidos peleaba la Guerra de Corea cuando el entonces presidente Harry Truman se dirigió a una gran multitud congregada en el Monumento a Washington para celebrar los 175 años de la firma de la Declaración de la Independencia.

Hoy no se cumple una fecha «redonda», pero Trump venía buscado un momento para exhibir el poderío militar de su país desde que se vio cautivado por una procesión de dos horas de tanques y jets franceses en París por el Día de la Bastilla, en 2017.

Alrededor de las 18.30 (las 19.30 en Argentina), desde los peldaños del Monumento a Lincoln, el mandatario realizará un «Saludo a Estados Unidos» sin precedentes, que incluirá un discurso televisado, un desfile militar y fuegos artificiales.

El evento será en honor y reconocimiento a las Fuerzas Armadas, y los comandantes en jefe de las distintas armas del país estarán en primera fila.

El discurso será solo con entrada y exclusivamente para gente VIP, entre ellos donantes del Partido Republicano, funcionarios, integrantes del equipo de campaña y familiares del presidente.

A la defensiva, Trump tuiteó ayer que los costos del desfile «serán muy pequeños comparados con lo que vale», al aludir al dinero que saldrá haber enviado tanques y blindados a Washington por tren y haberlos tenido guardados, entre otras cosas.

Por orden de la Casa Blanca, el Pentágono desplegará un bombardero B-2 de la Fuerza Aérea y otros cazabombarderos, que sobrevolarán el Mall.

La Marina pondrá jets F-35 y F-18, su equipo de acrobacias aéreas, y también habrá helicópteros del Ejército y la Guardia Costera, así como un puñado de tanques y blindados.

También rugirá sobre Washington el Air Force Once, el Boeing 747 modificado usado como avión presidencial.

La Casa Blanca refirió ayer todas las preguntas sobre el costo del desfile al Pentágono, que dijo que no tenía una respuesta.

Según la Fuerza Aérea, una hora de vuelo del B-52 cuesta unos 122.000 dólares, informó CNN.

En otro tuit, Trump prometió ayer que el evento será «el espectáculo de nuestras vidas», y la Casa Blanca aseguró que su discurso será «patriótico» y «no politizará» la ocasión, aunque el mandatario es conocido por su dificultad para limitarse al guión.

Dos leyes, incluyendo una sobre asignación de fondos federales, prohíben hacer política en eventos de este tipo, y Trump y los organizadores del acto podrían tener que reembolsar los costos si el mandatario adoptara un tono electoral en su discurso.