El primer ministro británico saliente, Rishi Sunak, anunció su dimisión como líder del Partido Conservador luego de la fuerte derrota de su espacio en las elecciones desarrolladas este jueves en el Reino Unido, donde triunfaron ampliamente los candidatos laboristas.

En una declaración ante la residencia oficial del número 10 de Downing Street, antes de presentar la renuncia como jefe del Gobierno al rey Carlos III, Sunak subrayó que el pueblo británico ha «enviado un mensaje claro» y que, al final, ese es el «único juicio que importa».

Acompañado de su mujer, Akshata Murty, Sunak dirigió palabras elogiosas al líder laborista, vencedor de los comicios, Keir Starmer, del que dijo que es político «decente», al que respeta.

En esa línea, resaltó que -sin importar los desacuerdos que haya entre ambos- le desea lo mejor a Starmer y su familia, mientras hacen «la gran transición a sus nuevas vidas detrás de esta puerta».

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«Aunque ha sido mi oponente político, Keir Starmer pronto se convertirá en nuestro primer ministro. En este trabajo, sus éxitos serán todos nuestros éxitos, y le deseo lo mejor a él y a su familia. Cualesquiera que sean nuestros desacuerdos en esta campaña, él es un hombre decente», resaltó el conservador.

El Partido Conservador padeció una derrota histórica al perder 240 escaños y quedarse con apenas 119, el nivel más bajo registrado desde los inicios de esa formación en 1906, cuando cosechó 156 bancas.

Sunak, que había convocado las elecciones el 22 de mayo, confiaba en repetir mandato con el mensaje de una mejora de la economía por la caída de la inflación interanual, que en un año pasó de más del 10% al 2%, el objetivo marcado por el Banco de Inglaterra.

Aun así, la población castigó a los conservadores por deterioro de los niveles de vida, la prestación deficitaria de los servicios y algunos escándalos que estallaron en la escena pública.