Cuarenta y ocho personas han muerto a tiros en lo que va de año en Suecia, lo que convierte a 2022 en el año más mortífero que ha visto el país desde 2016, dijo hoy la autoridad policial sueca.

El récord anual anterior se estableció en 2020, cuando 47 personas murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego.

En los últimos años, la mayoría de los tiroteos fatales ocurrieron en la región de Estocolmo. La Autoridad Policial le dijo al diario sueco Dagens Nyheter (DN) en agosto que la situación era «particularmente grave, especialmente en Estocolmo, porque muchos de los conflictos criminales más graves tienen lugar allí». La autoridad dijo que estaba trabajando «para aumentar su preparación para prevenir la violencia grave y los delitos de pandillas».

«A pesar de que hemos realizado la mayor inversión de la historia en la aplicación de la ley y tenemos más agentes de policía que nunca, y a pesar de un número récord de delincuentes detenidos y condenados a largas penas de prisión, los tiroteos continúan», ha dicho la ministra de Justicia e Interior. Asuntos Morgan Johansson dijo. «Esto se debe a que por cada perpetrador arrestado, hay al menos otro que está listo para ocupar el lugar que queda vacío».

Un informe presentado por el Consejo Nacional Sueco para la Prevención del Delito la primavera pasada mostró que Suecia era el único entre 22 países comparados en Europa donde la tendencia de tiroteos fatales estaba en un aumento constante.

El aumento de tiroteos fatales en Suecia comenzó a mediados de la década de 2000, pero el aumento cobró un nuevo impulso en 2013 y ha continuado desde entonces.

Según el informe, ocho de cada diez tiroteos fatales en Suecia tuvieron lugar en un ambiente de pandillas. La Autoridad Policial identificó 61 zonas del país que eran «particularmente vulnerables» a la delincuencia callejera y al narcotráfico.

El crimen y la violencia armada encabezaron la agenda en las recientes elecciones generales de Suecia, y los políticos de todos los partidos principales prometieron abordar los crecientes niveles de delincuencia. En las elecciones, los Demócratas de Suecia, de extrema derecha y antiinmigración, se convirtieron en el segundo partido más grande del país con más del 20 por ciento del apoyo popular