La Fiscalía General egipcia elevó hoy a 305 el número de muertos en el atentado perpetrado ayer contra una mezquita frecuentada por sufíes en el norte del Sinaí, al menos 27 de ellos son niños, y 128 heridos.

El atentado ocurrió a la salida del rezo de los viernes, el día sagrado musulmán, cuando desconocidos rodearon la mezquita de Al Rawdah con explosivos de fabricación casera y cerraron las puertas, según un comunicado del grupo árabe Unión de las Tribus del Sinaí (UTS), un grupo que colabora con las fuerzas de seguridad egipcia. Fue uno de los atentados más sangrientos en todo el mundo desde los atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos y dejó a los egipcios en estado de conmoción.

Según UTS, los atacantes «cerraron las puertas de la mezquita y mataron a todos los que rezaban», y tras la llegada de las ambulancias a la zona, «un grupo escondido de terroristas disparó y huyó».
Agregaron que «eligieron este momento (para atacar) por los preparativos del cumpleaños del profeta Mahoma, que será el próximo 30 de noviembre, y eligieron este lugar porque es un centro de educación que se opone a la ideología extremista».

Ningún grupo se adjudicó la autoría del ataque, pero todas las sospechas recaen sobre Wilayat al Sina, la filial local del grupo radical Estado Islámico (EI), que ha atentado repetidas veces en la región del Sinaí desde el golpe de Estado que, en 2013, derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi.

Tras el atentado, el presidente, Abdel Fatah al Sisi declaró tres días de duelo nacional, que entraron en vigor esta mañana.

Las Fuerzas Armadas egipcias comenzaron esta madrugada a bombardear posiciones de grupos extremistas y destruyeron «un número de vehículos utilizados en el ataque terrorista» en la mezquita Al Rawdah, situada en Bear al Abd, al oeste de Al Arish -capital del norte del Sinaí-.

«Como parte de la persecución de los elementos terroristas responsables de atacar a los fieles de la mezquita Al Rawdah (…) la aviación ha tenido como objetivo elementos terroristas (…) y destruido un número de vehículos que perpetraron el ataque terrorista y mataron a aquellos que iban en su interior», señaló en un comunicado el portavoz de las Fuerzas Armadas, Tamer al Rifai.

Las autoridades impusieron el toque de queda y un bloqueo informativo total en esta región del norte del Sinaí, e impiden el acceso a los medios de comunicación locales e internacionales.

Desde el pasado diciembre, Egipto ha vivido una serie de atentados contra los cristianos coptos y el país se encuentra en estado de emergencia desde abril por los ataques contra dos iglesias coptas en el delta del Nilo.

Por otro lado, las autoridades suspendieron la esperada apertura temporal de la frontera con Gaza que esperaban miles de personas, confirmó el director de la Autoridad de Cruces y Fronteras de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza, Nazmi Muhana, citado por la agencia de noticias EFE.

Estaba previsto que el cruce -única salida de Gaza que no está controlada por Israel y que Egipto abre solo de manera excepcional- abriera hoy durante tres días consecutivos, un hecho muy esperado por alrededor de 30.000 gazatíes que están inscritos en lista de espera para salir del territorio, sometido a un férreo bloqueo por Israel desde hace una década.

Terrorismo en la casa de Dios 

«Terrorismo en la casa de Dios» puede leerse este sábado en la prensa, que lleva crespones en señal de duelo.
Los familiares de las víctimas se agolpaban frente al hospital de Ismailia, ciudad cercana del Canal de Suez (noreste), donde fueron conducidos los heridos, constató un fotógrafo de la AFP. Los funerales de algunos de los fallecidos se celebrarán este sábado.

El presidente Al Sisi exhortó a las fuerzas armadas a edificar un memorial por las víctimas, según la prensa estatal. La televisión mostraba imágenes de los cuerpos que yacían en la mezquita, así como de las ambulancias y centros donde se socorría a los heridos. El viernes los testigos indicaron que los atacantes colocaron vehículos todoterreno alrededor de la mezquitas y luego pusieron una bomba fuera del recinto. Dispararon entonces contra la multitud desesperada que intentaba huir y quemaron sus vehículos para bloquear los accesos a la mezquita.

Los hombres armados «entraron en la mezquita, eran entre 10 y 20 y mataron a más personas de las que hirieron», explicó a la AFP Magdy Rizk, herido en el ataque. «Llevaban máscaras y uniformes militares», añadió, precisando que las familias que vivían en esta zona de mayoría sufí ya habían recibido amenazas de grupos extremistas.

La mezquita al Rauda es frecuentada por adeptos del sufismo, una corriente mística del islam despreciada por el EI, que considera a los sufíes politeístas y herejes, el mayor pecado del islam. El gran imán de Al Azhar, la principal institución del islam sunita, el jeque Ahmed el Tayeb, de obediencia sufí, condeno «con la mayor firmeza el bárbaro ataque terrorista». El papa Francisco se declaró por su parte «profundamente entristecido por las pérdidas humanas causadas por el ataque terrorista».

Desde 2013 y el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi, los grupos yihadistas, entre ellos el EI, atacan regularmente a las fuerzas de seguridad en el norte de la península del Sinaí, fronteriza con Israel y con la Franja de Gaza palestina.

En lo que va de año, sin embargo, los ataques contra militares han disminuido y los yihadistas han optado más por blancos civiles, entre ellos cristianos y adeptos al sufismo, así como beduinos acusados de colaborar con el ejército.

En octubre de 2015 el grupo Estado Islámico reivindicó un ataque con bomba en el que murieron los 224 ocupantes de un avión ruso que estalló tras despegar de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo en el sur de la península del Sinaí.

Egipto sufrió su peor atentado con una masacre en una mezquita