La sonda espacial japonesa Hayabusa2 llegó este miércoles a proximidad de un asteroide del que sacará información sobre el nacimiento del sistema solar y el origen de la vida, tras un periplo de 3.200 millones de kilómetros.

A las 9H35 (00H35 GMT), Hayabusa2 se estabilizó a 20 kilómetros de Ryugu, que se sitúa actualmente a unos 280 millones de kilómetros de nuestro planeta, anunció la agencia espacial japonesa (Jaxa).

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Tras un viaje de más de tres años, la sonda mantendrá ahora esa distancia para cumplir con su objetivo científico, cuyo colofón será el lanzamiento de proyectil hacia Ryugu para provocar un choque en la superficie del asteroide y recolectar el polvo creado por el impacto.

La finalidad de esa misión es mejorar los conocimientos sobre nuestro entorno espacial «para entender mejor la formación del sistema solar y la aparición de la vida en la Tierra», explica Jaxa.

Como en el caso de la primera misión Hayabusa, que se llevó a cabo con el asteroide Itokawa, el objetivo es obtener polvo del subsuelo del cuerpo celeste rocoso que contiene carbono y agua, para intentar entender qué materias orgánicas y acuosas estaban presentes en el origen del sistema solar. El regreso de la sonda a la Tierra está previsto para 2020.

Hayabusa2 depositará también en Ryugu un robot denominado Minerva2 y un analizador autónomo denominado Mascot, concebido por el centro francés de estudios espaciales (CNES) y su homólogo alemán (DLR).

Mascot, cuya autonomía no supera las 12 horas, utilizará cuatro instrumentos, entre ellos un microscopio de elaboración francesa, que permitirá conocer la composición mineralógica del suelo del asteroide.