La aviación y el Ejército sirios volvieron a bombardear hoy el cada vez más reducido territorio rebelde en Alepo, y su aliado Rusia advirtió que la ofensiva no se detendrá, mientras la Asamblea General de la ONU expresó hoy su preocupación ante denuncias de que cientos de hombres se encuentran desaparecidos tras cruzar de las zonas rebeldes a las controladas por el Ejército, y de que los insurgentes impedían que otros abandonen el este de la ciudad.

En tanto, cientos de civiles sirios abandonaron hoy a pie el sector este de Alepo en medio de la implacable campaña militar de Siria y sus aliados, que comenzó con un sitio y bombardeos en julio y derivó en una incursión terrestre el mes pasado.

El éxodo llegó un día después de que el Ejército sirio suspendiera sus ataques aéreos para permitir la evacuación de miles de civiles, aunque activistas de Alepo dijeron que no hubo freno a los ataques con artillería ni cesaron los combates.

En franca retirada, la oposición armada al presidente sirio, Bashar Al Assad, controla ahora sólo una pequeña porción de la segunda mayor ciudad de Siria, tras por su parte, la Asamblea General de la ONU expresó hoy su preocupación ante denuncias de que cientos de hombres se encuentran desaparecidos tras cruzar de las zonas rebeldes a las controladas por el Ejército, y de que los insurgentes impedían que otros abandonen el este de la ciudad.

La reconquista de Alepo, que ayer Al Assad dio por hecho, podría marcar un punto de inflexión a favor del Ejército en una guerra de ya casi seis años de duración que devastó la nación y dejó cientos de miles de muertos y unos 12 millones de desplazados o refugiados, la mitad de la población del país.

Nuevos ataques aéreos y de artillería alcanzaron anoche y hoy varios barrios del este de Alepo, informó la ONG opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que dijo desconocer si los bombardeos habían provocado víctimas.

Más de 400 civiles, entre ellos 45 chicos, murieron en el este de Alepo desde el comienzo de la incursión terrestre apoyada por la aviación, según cifras dadas ayer por el Observatorio.

Los ataques con cohetes de los rebeldes contra la parte oeste de Alepo, bajo control del gobierno, han dejado más de 100 muertos, incluyendo a 35 niños, en el mismo período.

Hoy, al menos ocho personas murieron y decenas resultaron heridas por el impacto de cohetes lanzados por facciones islámicas y rebeldes contra barrios del oeste de Alepo, dijo el Observatorio.

La agencia de noticias estatal siria SANA cifró los muertos en tres y los heridos en 16.

Los ataques aéreos se suspendieron ayer al atardecer luego de que el canciller ruso, Serguei Lavrov, anunciara una «pausa humanitaria» para permitir la evacuación de civiles, luego de mantener conversaciones con su par estadounidense, John Kerry. Pero Lavrov dijo hoy que la campaña continuará.

«Luego de la pausa humanitaria, se reanudaron los ataques, y continuarán mientras los bandidos sigan en Alepo», declaró, citado por la agencia de noticias EFE.

Ayer, Lavrov anunció también que militares y diplomáticos de su país y de Estados Unidos, que tiene vínculos con grupos rebeldes de Alepo, reanudarán consultas mañana en Ginebra sobre un posible acuerdo para la salida de insurgentes y de civiles de la ciudad.

En tanto, y tras el fracaso del Consejo de Seguridad en aprobar mociones de alto el fuego en Siria, los países de Occidente lograron que una moción similar, pero no vinculante, sea aprobada al menos en la Asamblea General de la ONU. La resolución contó con 122 votos a favor, 13 en contra y 36 abstenciones.

El Ejército sirio, apoyado por combatientes del movimiento islamista chiita libanés Hezbollah y tropas de Irán, ha recapturado el 85% del sector este de Alepo que los rebeldes habían tomado a mediados de 2012.

Los insurgentes pidieron este semana un «alto el fuego humanitario e inmediato durante cinco días», pero Al Assad dijo que las probabilidades de una tregua eran «prácticamente inexistentes» en vista de la inminente victoria del Ejército.

La recuperación de Alepo sería un «paso enorme» hacia el fin de la guerra, dijo el presidente en una entrevista publicada ayer por el diario estatal sirio Al-Watan.

El este de Alepo ha quedado completamente destruido por los bombardeos, los ataques de artillería y los combates. Los civiles llevan meses viviendo ahí bajo sitio, en medio de una severa carencia de alimentos y combustible.

Unos 30.000 civiles, entre ellos 20.000 niños, han abandonado el este de Alepo desde que comenzó la incursión del Ejército. No está claro cuántos permanecen en esa parte de la ciudad, pero al inicio de la ofensiva se estimaba que eran alrededor de 250.000.

Medios estatales sirios mostraron hoy a familias que evacuaban barrios derruidos, algunos de ellos con niños.

Los esfuerzos para evacuar a heridos, sin embargo, colapsaron, pese a un pedido de autoridades médicas hecho esta semana.

El canal de TV estatal sirio al-Ikhbariya TV mostró a civiles a pie y al menos a un colectivo que pasaban por el cruce de Ballour, y dijo que provenían de los barrios orientales de Saleheen, Fardus y Sheikh Said.

La ONU dijo ayer que hasta 500 niños enfermos o heridos necesitaban ser evacuados urgentemente, y hoy afirmó que había denuncias de que los rebeldes impedían las evacuaciones, así como de arrestos de aquellos que lograban huir.

«Hay informes de que algunos de los civiles que están intentando huir están siendo bloqueados por grupos opositores armados», dijo a periodistas en Ginebra un vocero de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville.

«Aunque es difícil verificar los hechos en una situación tan peligrosa y fluida, hemos recibido denuncias muy preocupantes de que cientos de hombres han desaparecido tras cruzar a áreas controladas por el gobierno», agregó.

El conflicto en Siria ha escalado a una guerra en múltiples frentes de la que participan el Ejército sirio y sus aliados, combatientes kurdos y rebeldes yihadistas y no yihadistas, desde su inicio en 2011 con una ola de protestas contra Al Assad.

La prensa turca informó hoy que Turquía envió a 300 comandos a sumarse a una operación de apoyo a rebeldes sirios que intentan erradicar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de la frontera turco-siria, y ya se encuentran próximos a Al Bab, en la provincia de Alepo.