Simpatizantes de la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff volvieron a salir anoche a las calles de San Pablo, la mayor ciudad del país, para protestar contra la decisión del Senado de destituir a la mandataria por irregularidades fiscales en su gestión, acción que en algunos tramos fue reprimida con gases lacrimógenos por la policía.

La céntrica Avenida Paulista, conocida como el «corazón financiero» de Brasil y que se ha convertido en el escenario de las principales manifestaciones sociales y celebraciones deportivas del país, fue este jueves por cuarto día consecutivo el epicentro de una concentración a favor de Rousseff.

La acción policial llegó incluso a la zona de Plaza Roosvelt, el tradicional paseo y zona de bares y teatros del centro de la ciudad, donde los transeúntes y quienes tomaban algo en los locales gastronómicos fueron igualmente alcanzados por los gases.

Dilma fue destituida anteayer por el Senado tras un juicio político que se le siguió por maquillar cuentas del prespuesto, cargo que la ex mandataria siempre rechazó y que ahora apeló ante el Tribunal Supremo de Justicia.

Con camisetas rojas, que identifican el color del Partido de los Trabajadores (PT), y carteles de apoyo a Rousseff y contra el nuevo gobierno del presidente Michel Temer, los militantes se movilizaron con los acostumbrados gritos de «Fuera Temer».

El accionar policial fue reforzado y helicópteros acompañaron el desplazamiento de los manifestantes hasta la Plaza del Ciclista, al inicio de la céntrica avenida.

Sobre el final, algunos manifestantes incendiaron tachos de basura en la vecina Avenida Nove de Julho y un pequeño grupo tomó piedras y escombros de una obra en construcción y los lanzó contra la Policía, que respondió con los gases.

Las autoridades, que no informaron el número aproximado de participantes, reportaron una persona detenida después de los disturbios.

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de San Pablo, por su parte, rechazó un pedido de autorización para una manifestación a favor de Rousseff el próximo domingo, alegando que la Avenida Paulista será ocupada durante el paso de la antorcha paralímpica por la ciudad.