Mariano Calligari es un rosarino de 40 años que vive desde hace 25 en Bruselas, su trabajo en Bélgica es el de la ambientación de eventos y sigue diariamente los acontecimientos políticos tanto de Argentina como de otros lugares del mundo y especialmente todo lo que atañe al momento convulsionado que atraviesa el viejo continente.

Durante la charla exclusiva que mantuvo con Conclusión, Calligari señaló: “No fue una sorpresa para algunos de nosotros porque se veía venir que Bélgica iba a estar tocada por esto”.

Enseguida, expuso desde su mirada algunas de las causas que pueden haber originado este ataque sorpresivo en Bruselas: “Hace tiempo que Bélgica recibe gente perteneciente a organizaciones prohibidas en otros países y además se metió en el asunto de Siria con el envío de aviones para combatir contra el Estado Islámico”.

“Por otra parte, hay una generación que podríamos denominarla perdida, que es principalmente la de los nietos de marroquíes que vinieron a Bélgica en la década del ’50, que tienen alrededor de 20 años, están sin rumbo y se constituyen en víctimas perfectas de las políticas militares ya que muchos de ellos fueron a Siria y se formaron para este tipo de guerras que vivimos en estos tiempos”, describió.

Más adelante, el rosarino Calligaris le contó a este medio: “El jueves le dieron captura a dos involucrados en los ataques pasados del 13-N a París, uno de ellos se iba a inmolar con un chaleco con explosivos en el Stade de France pero finalmente lo dejó en el estadio y se vino con amigos belgas, se trata de Salah Abdeslam”.

“Las hipótesis que se tejen son que o bien los atentados estaban programados ya que Bruselas es la capital de Europa y simbólicamente es un peso pesado a nivel continental, o bien se adelantaron como represalia por la captura de Abdeslam”, detalló.

Consultado sobre cómo vivió el hecho, el rosarino afincado en Bélgica relató: “Estaba trabajando en la oficina y me pasó lo que a todos. La noticia nos produjo una gran conmoción y mucho asombro porque no sucedía algo así en este país desde la segunda guerra mundial”.

“Lo que por estas horas nos surge es el sentimiento de duda al respecto de lo que puede pasar con los proyectos que teníamos hacia el futuro”, finalizó.