El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este martes que respetará «gane quien gane» los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, en las que según varias encuestas la oposición lograría la mayoría por primera vez en 16 años de gobierno chavista. De esta manera el primer mandatario desestimó las imputaciones de la oposición de que así no iba a suceder.

«Los resultados que emanen de la soberanía popular (…) para mí serán santa palabra, gane quien gane, en el circuito, en el estado y en el país», aseguró Maduro en el Palacio de Miraflores ante el consejo de gobernadores, entre quienes fue notoria la presencia del opositor Henrique Capriles.

El mandatario socialista, quien ganó las elecciones de abril de 2013 frente a Capriles por un estrecho margen de 1,5 puntos, agregó que «todo el mundo» debe respetar los resultados, al asegurar que el sistema electoral venezolano «es el más perfecto, mejor protegido y transparente que se conozca».

En su comparecencia, Maduro reiteró el llamado que hizo el pasado jueves a los diputados electos a un «diálogo nacional» después de los comicios, incluidos a los de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a los partidos de oposición.

«Los convoco para darles la mano, conocerlos y ponerme a la orden del trabajo que van a realizar y pedir la colaboración constitucional para que podamos trabajar. La vida democrática del país, la paz del país vale más que cualquier cosa, que cualquier ambición personal, individual», subrayó.

Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, desestimó la oferta de diálogo, en tanto que no se han pronunciado sobre ese llamado ni Capriles, gobernador del estado de Miranda, ni otros dirigentes opositores que hacen campaña por los diputados de la MUD.

Integrada por unos 30 partidos de varias tendencias, la MUD lidera la intención de voto, según varias encuestas, en momentos de creciente descontento popular por la crisis económica y de inseguridad, aunque el oficialismo cita otros estudios que lo dan como favorito.

Maduro, electo por seis años tras la muerte del expresidente Hugo Chávez en marzo de 2013, descartó que la coalición opositora pueda ganar la mayoría de la Asamblea Nacional -controlada por el oficialismo-, pero ante esa hipótesis advirtió que «la revolución no va a ser entregada jamás».

El presidente sostiene que la ausencia de Chávez y lo que denuncia como una «guerra económica» hacen de las legislativas las elecciones «más difíciles» que haya enfrentado el oficialismo.