El papel clave de Carlos en la jubilación forzada de su hermano, el príncipe Andrés, después de que este último se viera salpicado por un escándalo sexual de grandes proporciones, ha alimentado las especulaciones de que el primogénito se prepara para asumir la corona.

La reina Isabel cumplirá 95 años en 18 meses, la edad a la que su esposo, el príncipe Felipe, se retiró de la vida pública. Según The Sun, se ha hablado tras los muros del palacio de Buckingham de que la monarca se jubilará a esa misma edad.

«La planificación para que Carlos se convierta en rey ha venido sucediendo durante algún tiempo. Hay una transición en marcha. Su Majestad tiene más de 90 años y, comprensiblemente, no puede hacer mucho», aseguró una fuente consultada por el tabloide.

Aunque sigue ejerciendo como reina, Isabel II ha reducido gradualmente la cantidad de actos a los que asiste, ha pasado fines de semana más largos en Windsor y ha reducido sus deberes públicos. Su hijo mayor, por otro lado, ha empezado a dejarse ver más a menudo como representante de la familia. En 2018, por ejemplo, la reina estuvo presente en 283 compromisos reales, mientras que Carlos lo hizo en 507.

De acuerdo con la fuente anónima, el escándalo en el que se metió el príncipe Andrés debido a su relación con el multimillonario Jeffrey Epstein —acusado de cometer varios crímenes sexuales y quien se suicidó en extrañas circunstancias— «le dio a Carlos la oportunidad de intervenir» y demostrar que es capaz de administrar la Casa Real británica.

«Nadie es más grande que la institución de la Familia Real. Ni siquiera Andrés, el hijo favorito de la reina. Carlos lo reconoció y actuó con decisión, como el rey que muy pronto podría ser. Este fue el momento en que Carlos se convirtió en príncipe regente», consideró la fuente.

Andrés fue despedido de sus deberes reales, después de conceder una entrevista a la BBC en la que se sinceró sobre el escándalo sexual en el que está metido. El intento de calmar la oleada de críticas tuvo un efecto contrario al deseado y, con el aumento de la polémica, la Familia Real decidió que el príncipe debía alejarse de sus funciones.