En tiempos difíciles y a poco más de dos años de su primer aparición, luego del ángelus del 17 de noviembre de 2013, reapareció la «medicina espiritual» promovida por el papa Francisco llamada «Misericordina«, aunque esta vez en su versión «Plus».

El remedio consiste en una caja  de aspecto farmacológico, que en su interior contiene una corona de Rosario, la corona de la Divina Misericordia de Santa Faustina Kowalska, la imagen de Jesús Miseriocordioso, y una «posología» con instrucciones de uso en tres idiomas.

Francisco presentó esta nueva versión desde la ventana del Palacio Apostólico, siendo esta vez una tirada de 40 mil ejemplares que fueron distribuidos a los fieles por los pobres, los ‘sin techo’, y los prófugos, junto a voluntarios y religiosos, guiados por la Limosnería Apostólica.

“La cuaresma es un tiempo propicio para realizar un camino de conversión que tiene como centro la misericordia. Por ello he pensado de regalarles a quienes están aquí en la plaza una medicina espiritual, llamada ‘Misericordina’”, aseguró Francisco ante los fieles, recordando luego que ya había sido una vez distribuída, pero que esta vez era de «mejor calidad», y por ende se llama «Misericordina – Plus».

Finalmente, concluyó invitando a los presentes a que “reciban este don como una ayuda espiritual para difundir especialmente en este año de la misericordia el perdón y la hermandad”.

La Misericordina fue creada por iniciativa de uno de los seminaristas polacos devotos de Santa Faustina, la monja que dio comienzo al culto de la Divina Misericordia que influyó, entre otros, a Juan Pablo II. El primero en presentárselo al papa Francisco, y uno de los encargados de promover la idea, fue el limosnero pontificio, Monseñor Konrad Krajevski. Apenas enterado de la misma, el Sumo Pontífice la aprobó sin dudarlo.

Según la caja en la que se lo reparte, su composición está hecha de «50% Corona Divinae Misericordiae y 50% Imago Iesu Misericordis»Un remedio casero para mantener la salud del corazón y el alma, en tiempos donde es sumamente necesario.