El salario mínimo en 22 de los 28 países de la Unión Europea, que lo tienen fijado por ley convenio intersectorial, oscila entre los 1.923 euros mensuales de Luxemburgo y los 194 euros de Bulgaria, según datos de Eurostat referidos al segundo semestre de 2015.

En el caso de España el salario mínimo se calcula en los 757 euros, y con esta cifra se ubica noveno en el ranking dentro del segundo bloque de países con retribuciones superiores a 500 euros e inferiores a 1.000 euros.

Según la agencia EFE, este año «siete Estados miembros cuentan con un salario mínimo superior a los mil euros mensuales», encabezados por Luxemburgo con 1.923 euros y seguido por el Reino Unido con 1.510 euros, Holanda con 1.508, Bélgica 1.502 euros, Alemania con 1.473 euros, Irlanda 1.462 euros y Francia 1.458 euros.

Un segundo bloque, con los cinco Estados miembros con salarios mínimos que oscilan entre los 500 y los 1.000 euros, está integrado por Eslovenia (791), España (757), Malta (720), Grecia (684) y Portugal (589).

Por último y en un tercer bloque, el de aquellos países con salarios inferiores a los 500 euros, se sitúan Polonia (418), Croacia (399), Estonia (390), Eslovaquia (380), Letonia (360), República Checa (338), Hungría (333), Lituania (325), Rumania (235) y Bulgaria (194).

Entre los países en los que más subió el salario mínimo este año se encuentra Reino Unido, donde, según los datos de Eurostat, se pasó de 1.379 euros en el primer semestre a 1.510 en el segundo, 131 euros más.

En Irlanda, el salario mínimo se han mantenido invariable desde 2007 en 8,65 euros para las personas con experiencia laboral, mientras que en Alemania es algo menor, 8,5 euros por hora.

En seis países de la UE (Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia) el salario mínimo no está fijado por ley.

En Suiza, país europeo que no pertenece a la UE, tampoco hay salario mínimo, si bien en mayo de 2014 se celebró un referéndum para fijar una retribución de este tipo que fue rechazada por más del 70 % de los suizos.

Si dicha propuesta se hubiese aprobado, Suiza contaría con el salario mínimo más alto de toda Europa, unos 4.050 euros al mes para un empleo a tiempo completo de 42 horas a la semana.