El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y su par chino, Wang Yi, «evaluaron positivamente» el estado actual de las relaciones bilaterales en una reunión presencial en la que se abordó la invasión en Ucrania y la «complicada situación geopolítica».

Ambos funcionarios examinaron la situación actual en Ucrania y otros temas en los márgenes del consejo ministerial de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) que se celebra en la ciudad rusa de Taskent.

«Las partes intercambiaron evaluaciones de la situación actual en Ucrania y en torno a ella», escribió el Ministerio de Exteriores ruso en su página web, de acuerdo a lo informado por la agencia de noticias Sputnik.

Los cancilleres «evaluaron positivamente el estado actual de las relaciones ruso-chinas que continúan desarrollándose intensamente en condiciones de una complicada situación geopolítica» y destacaron la implementación de los acuerdos alcanzados por los líderes de los dos países.

Este encuentro coincide con la conversación telefónica entre los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y China, Xi Jinping, y las reiteradas críticas de la Casa Blanca a Pekín por su «alineamiento» con Rusia.

Entre otras cuestiones, Lavrov y Wang abordaron varios problemas de la agenda regional e internacional, incluidos los procesos de integración en Asia Central y la situación en Afganistán, y reafirmaron su disposición a aumentar la cooperación y la coordinación en el marco de los formatos multilaterales con participación de Rusia y China.

En lo referente a la propia Organización de Cooperación de Shanghai, el comunicado oficial indica que los jefes de las diplomacias discutieron los aspectos clave de sus actividades y las perspectivas de su desarrollo, incluidos los temas de la modernización de la asociación y el aumento de su prestigio a nivel global.

Los altos diplomáticos enfatizaron el rol de la OCS en la construcción de la arquitectura de seguridad regional, en el mantenimiento de la paz y la estabilidad, y en el desarrollo económico de Eurasia, según indicó el Kremlin.