Rusia, Siria e Irán se pronunciaron hoy por restablecer la tregua en Siria, mejorar la situación humanitaria e «intensificar la lucha contra el terrorismo», tras reunirse en Moscú el canciller ruso Serguei Lavrov con sus homólogos sirio e iraní en una cumbre trilateral para encontrar vías de arreglo al conflicto en el país árabe.

«Hemos insistido en la necesidad de continuar e intensificar la lucha contra el terrorismo, al tiempo que se mejora la situación humanitaria y se vuelve al cese de las acciones militares», dijo Lavrov en rueda de prensa, secundado por los cancilleres sirio Walid al Mualem e iraní Mohamad Yavad Zarif.

El ruso subrayó además que los tres países están a favor «del pronto reinicio de las negociaciones sirias (…) sin condiciones previas» en Ginebra, según informó la agencia de noticias EFE.

Lavrov hizo hincapié en que Moscú y Teherán «confirman su apoyo a la soberanía de Siria» y criticó por «poco profesional» el trabajo de la ONU durante la pausa humanitaria.

«La inacción del personal de la ONU» ha hecho que se interrumpa la evacuación médica en Alepo, «en la que ellos mismos habían insistido».

«Debemos reanudar el diálogo político en Siria» añadió luego y aseguró que «la delegación de Damasco está dispuesta mañana mismo a viajar a Ginebra para mantener conversaciones con la oposición», insistió Lavrov, que no obstante advirtió Moscú, Damasco y Teherán están dispuestos a realizar «esfuerzos conjuntos» para intensificar la lucha contra el Estado Islámico y Fateh Al Sham (ex Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria).

Al Mualem, por su parte, insistió en que el Ejército sirio continuará la ofensiva contra la ciudad de Alepo para «liberarla de los terroristas».

«No reduciremos los esfuerzos para la lucha contra el terrorismo y liberar Alepo de los terroristas, y restablecer la unidad de nuestro pueblo», señaló.

Al Mualem se mostró dispuesto a declarar una nueva pausa humanitaria en Alepo, aunque sólo si los países que apoyan a los terroristas ofrecen «garantías».

Alepo, la ciudad más grande de Siria, se encuentra dividida desde fines de 2012 en una mitad este controlada por los rebeldes y otra oeste bajo dominio del Ejército y el gobierno del presidente Bashar Al Assad.

Paralelamente, el Ministerio de Defensa ruso insistió hoy en que no bombardeó anteayer la escuela en Idlib, como denuncian la ONU y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que responsabilizan a Moscú por la muerte de 28 personas (22 alumnos y seis profesores) en ese ataque.