Rusia se apoderó de la orilla occidental del río Bakhmutka, poniendo en peligro una ruta de suministro clave de Ucrania, en su esfuerzo por recuperar el control de la devastada ciudad oriental de Bakhmut, informó este viernes el Ministerio de Defensa británico.

«Rusia ha logrado más avances y ahora es muy probable que haya avanzado hacia el centro de la ciudad… La ruta de suministro clave 0506 de Ucrania hacia el oeste de la ciudad probablemente esté gravemente amenazada», dijo el ministerio en Twitter en un boletín regular.

Es muy probable que las fuerzas rusas hayan tomado el centro de la disputada ciudad de Bakhmut en el este de Ucrania y estén amenazando una ruta de suministro clave para las fuerzas ucranianas hacia el oeste, indicó también este viernes la inteligencia británica, citada por la agencia de noticias Reuters.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenskiy, ya había admitido el miércoles que sus tropas se retirarían de la pequeña ciudad, que ha sido el foco principal del asalto de Rusia a Ucrania durante meses, si corren el riesgo de ser rodeadas.

Cuando se le pidió que comentara sobre el informe británico, un portavoz del comando militar ucraniano reveló a Reuters que la situación era difícil en Bakhmut y que las fuerzas rusas estaban concentrando todos sus esfuerzos para tomar la ciudad pero que no estaban teniendo «éxito estratégico».

La actualización diaria del viernes de la inteligencia militar británica contrastó con el énfasis habitual en los éxitos de Ucrania.

«Rusia ha logrado más avances y ahora es muy probable que haya avanzado hacia el centro de la ciudad y se haya apoderado de la orilla oeste del río Bakhmutka. La ruta de suministro clave 0506 de Ucrania hacia el oeste de la ciudad probablemente esté gravemente amenazada», difundió.

El portavoz del Comando Militar del Este, Serhiy Cherevatyi, indicó que Ucrania controlaba la situación en Bakhmut y entendía las intenciones rusas.

«La situación es difícil, el enemigo está concentrando sus máximos esfuerzos para capturar a Bakhmut. Sin embargo, está sufriendo graves pérdidas y no alcanza el éxito estratégico», comentó Cherevatyi por teléfono, sin dar más detalles.

Zelenski, quien retrató la «Fortaleza Bakhmut» como un símbolo de desafío, le explicó a CNN el mes pasado que temía que las fuerzas rusas tuvieran «un camino abierto» a las dos ciudades si tomaban Bakhmut, y fundamentó que su orden de mantenerla era táctica.

Habló Putin

El régimen de Kiev mató a un grupo de sus militares y se comporta de forma sumamente cínica y cruel, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con el jefe interino de la República Popular de Donetsk, Denís Pushilin.

«Bombardearon una de las zonas de contacto. Catorce miembros del Ejército ucraniano se rindieron. Pero ya era demasiado tarde, y los nuestros dejaron allí a unos cuantos hombres con ellos. Ni siquiera estaban vigilados para poder sacarlos de la zona de combate esta mañana [6 de abril]. El enemigo lanzó 300 proyectiles en un solo lugar y mató a todos sus soldados. Por desgracia, nuestra gente también sufrió, pero no perdonan a los suyos. Se comportan de forma extremadamente cínica y cruel», relató Putin.

La Defensa rusa confirmó la información de Putin. Informó que el ataque de artillería ucraniano mató a 14 soldados ucranianos que se rindieron y ofreció más detalles sobre lo ocurrido.

«El 5 de abril, durante la batalla, el comandante de una unidad de la 53ª Brigada Mecanizada ucraniana hizo una llamada por radio al mando ruso declarando que su unidad había depuesto voluntariamente las armas y deseaba rendirse. Para garantizar la salida segura de los soldados ucranianos, se suspendieron las operaciones de combate. Dada la oscuridad, los soldados ucranianos fueron ubicados en un refugio hasta la mañana siguiente», comenzó el comunicado.

Y continuó: «Durante la noche, la artillería ucraniana abrió fuego intenso contra el refugio y todos los soldados que habían depuesto las armas, murieron».

Algo acerca de las relaciones de Ucrania con Polonia se convirtió en uno de los partidarios más fervientes de Ucrania durante la invasión de Rusia a pesar de los agravios históricos entre las naciones vecinas que despiertan resentimientos hasta hoy, publicó la agencia Associated Press.

«Todavía hay heridas abiertas en la memoria de muchas personas», expresó el presidente Duda, una referencia obvia a las masacres de unos 100.000 polacos por parte de los nacionalistas ucranianos durante la década de 1940.

Polonia considera los asesinatos como genocidio, añadió la agencia norteamericana, que anota: «Probablemente el punto más delicado de la discordia es cómo recordar a uno de los héroes nacionales de Ucrania, Stepan Bandera, el líder de extrema derecha de la Organización de Nacionalistas Ucranianos que se alió brevemente con los nazis de Alemania».

«Los esfuerzos de las fuerzas lideradas por Bandera para forjar un territorio independiente para Ucrania los llevaron a perpetrar atrocidades contra polacos, judíos y soviéticos», recordó el medio de los Estados Unidos.

Estos temas estaban prohibidos durante la era soviética, cuando Ucrania era una república soviética y Moscú también controlaba Polonia, subrayó.

Qué dice la historia

Los historiadores aseguran que más de 100.000 polacos, incluidas mujeres y niños pequeños, perecieron a manos de sus vecinos ucranianos en áreas que entonces estaban ubicadas en el sureste de Polonia y ahora se encuentran en su mayoría en Ucrania.

El pico de la violencia fue el 11 de julio de 1943, conocido como el «Domingo Sangriento», cuando los combatientes insurgentes ucranianos llevaron a cabo ataques coordinados contra polacos que rezaban o salían de iglesias en más de 100 pueblos, principalmente en la región de Volhynia.

Los funcionarios polacos insisten en que solo la verdad completa puede fortalecer los lazos de las naciones, agregó la AP.

Los polacos se enojaron en enero cuando el parlamento de Ucrania conmemoró a Bandera en el 114 aniversario de su nacimiento tuiteando una imagen del actual comandante de las fuerzas armadas ucranianas contra un retrato de Bandera. La publicación fue eliminada más tarde.

El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki precisó entonces que su gobierno adoptó «una postura extremadamente crítica hacia cualquier glorificación o incluso recuerdo de Bandera».

Después de reunirse con Zelenski el miércoles último, Morawiecki comentó que los dos hablaron sobre los crímenes y la solicitud de Polonia de realizar exhumaciones a las víctimas polacas, algo que Ucrania ha prohibido hasta ahora.

«Tuvimos una historia muy difícil y hoy existe la posibilidad de reescribir esta historia y basarla en la verdad», completó Morawiecki.