El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, rechazó este lunes en términos categóricos la implicancia de militares de su país en asesinatos de civiles ucranianos en Bucha, una ciudad cercana a Kiev que había sido dominada por las fuerzas invasoras y en la que, tras la retirada, imágenes de video y fotos mostraron centenares de cadáveres diseminados por las calles, algunos con las manos atadas.

«Rechazamos de plano todas las acusaciones. Es más, consideramos que es necesario debatir este tema al nivel más alto; de aquí, nuestra iniciativa de examinarlo en el Consejo de Seguridad (de la ONU), iniciativa que ha sido bloqueada», dijo Peskov a los periodistas.

El portavoz puso en tela de juicio las imágenes de Bucha que circulan estos días en los medios internacionales.
«Habría que cuestionar seriamente esa información (…) Mucho en esos videos no es de fiar, los expertos de nuestro Ministerio de Defensa han detectado los indicios de montaje en esos videos», indicó, citado por la agencia de noticias Sputnik.

El representante del Kremlin reconoció la gravedad del caso, pero pidió no sacar conclusiones precipitadas.

«Se trata de una situación grave, sin duda. Pediríamos a todos, especialmente numerosos líderes internacionales, que eviten declaraciones precipitadas y acusaciones gratuitas, que soliciten información de diversas fuentes y, como mínimo, hagan caso de nuestros argumentos», insistió.

Peskov hizo referencia así a las voces que desde ayer comenzaron a condenar lo que según las imágenes fue una masacre en las afueras de la capital ucraniana, que incluyeron a autoridades de Estados Unidos y los principales jefes de Gobierno de Europa, entre muchos otras.

El Ministerio de Defensa ruso calificó las fotos y videos publicados de «una nueva provocación», al asegurar que durante la estancia de los militares rusos en la ciudad «ningún civil local sufrió agresión alguna».

El ente castrense apuntó que «el 31 de marzo el alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, en su videomensaje confirmó la ausencia de militares rusos, pero no mencionó ningún habitante local asesinado a tiros con las manos atadas».

«Así que no es sorprendente que las llamadas ‘evidencias de los crímenes’ en Bucha aparecieran cuatro días después, cuando a la ciudad llegaron los empleados del SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania) y representantes de la televisión ucraniana», subrayó el ministerio.

A la vez indicó que «los suburbios del sur de la localidad, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeados las 24 horas por militares ucranianos con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple».

El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, ordenó estudiar las fotos y videos, y señaló que «según la información disponible» fueron difundidos para «tergiversar la imagen de los militares rusos», reprodujo Sputnik..

Bastrikin ordenó además que se tomarán medidas para «identificar a las implicados en esta farsa, así como evaluar sus acciones desde el punto de vista legal, en virtud del código penal basado en el artículo Difusión pública de información deliberadamente falsa sobre las Fuerzas Armadas de Rusia».

Usuarios de redes sociales que vieron los videos cuestionaron su veracidad y señalaron que en las imágenes, cerca de los cuerpos no hay sangre, y llamaron la atención sobre los brazaletes blancos que algunos de los muertos llevaban puestos, que son utilizados por los milicianos del Donbass, la zona rusoparlante que reclama su independencia y que según Moscú fue combatida de manera criminal por el gobierno de Kiev, aún cuando se encuentra en su propio territorio.

Los usuarios también notaron que los «muertos» de pronto comienzan a mover los brazos, y en el espejo retrovisor del automóvil del camarógrafo se observa como que uno de esos supuestos asesinados cambia de posición apenas un automóvil pasa de largo.

El 24 de febrero pasado, hace 40 días, Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias de la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.

El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos ciudades -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.

Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.

Lo que dijo Bachelet

La Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet, se manifestó este lunes «horrorizada» por las imágenes de cadáveres descubiertos en la ciudad ucraniana de Bucha, después del repliegue de las tropas rusas, y reclamó «una investigación independiente y eficaz» sobre el episodio, que Rusia considera una puesta en escena.

«Las informaciones que están saliendo de esta zona y de otras plantean preguntas graves y preocupantes sobre posibles crímenes de guerra e infracciones graves del derecho internacional humanitario así como atropellos graves a los derechos humanos», subrayó Michelle Bachelet en un comunicado, pidiendo también que se «preserven todas las pruebas».

Además de la identificación de los cuerpos para poder avisar a los familiares, Bachelet pidió que se pusiera todo en marcha para poder determinar las causas de las muertes, reportó la agencia de noticias AFP.

Los cadáveres de civiles en Bucha, esparcidos por las calles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda, provocaron una ola de condenas.

«Es vital llevar a cabo una investigación independiente y eficaz» sobre lo que ocurrió en Bucha para que se haga justicia y reparación hacia las víctimas y sus familias, subrayó la expresidenta de Chile.