Rusia advirtió este jueves que no descarta algún tipo de despliegue militar en Cuba y Venezuela si Estados Unidos insiste en desoír sus exigencias de que la vecina Ucrania no ingrese a la OTAN, algo que considera una amenaza a su seguridad.

Las declaraciones llegan en medio de una disputa entre las dos potencias por la intención de Ucrania de sumarse a la alianza atlántica y el rechazo de la OTAN, que es liderada por Estados Unidos, a la demanda rusa de vetar la adhesión ucraniana.

Rusia dice que el ingreso de Ucrania a la OTAN la dejaría rodeada de enemigos y abriría la puerta a que la alianza despliegue armas ofensivas en suelo ucraniano, en concreto misiles que podrían llegar a Moscú en cuestión de minutos.

En los últimos meses, Rusia acumuló decenas de miles de tropas en su frontera con Ucrania, lo que motivó llamados de Estados Unidos y de la OTAN a retirarlas por temor a que Moscú planee invadir Ucrania, una intención que el Kremlin niega rotundamente.

En ese contexto, esta semana se iniciaron negociaciones en Ginebra entre Estados Unidos y Rusia, acordadas entre los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden, pero que no lograron reducir la brecha entre las demandas de uno y otro lado.

El vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, que lideró la delegación de su país en Ginebra, dijo este jueves en declaraciones televisadas que «no confirmaría ni excluiría» la posibilidad de que Rusia pueda enviar elementos militares a Cuba y Venezuela si las conversaciones fracasan y aumenta la presión de Estados Unidos sobre Rusia.

«Todo depende de la acción de nuestros homólogos estadounidenses», aseguró Riabkov en una entrevista con la televisión rusa RTVI al ser consultado sobre cuáles podrían ser las medidas técnico-militares que tomaría el Kremlin si Estados Unidos aumenta su presión.

Riabkov agregó que la negativa de Estados Unidos y sus aliados a considerar la demanda clave rusa de garantías contra la expansión de la alianza a Ucrania y otras ex repúblicas soviéticas dificulta la discusión que Washington dice que estar listo a dar.

“Estados Unidos quiere conducir el diálogo hacia algunos elementos de la situación de seguridad para aliviar las tensiones y luego continuar el proceso de desarrollo geopolítico y militar de los nuevos territorios, acercándose a Moscú”, dijo. “No tenemos adónde retirarnos”, expresó, parafraseando a Putin.

Por su parte, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó que hubo «algunos elementos y matices positivos» en las conversaciones, aunque las calificó de «infructuosas» debido a los marcados desacuerdos sobre las demandas clave de Rusia.

“Las conversaciones se iniciaron para recibir respuestas específicas a temas principales concretos que se plantearon, y quedaron desacuerdos sobre esos temas principales, lo cual es malo”, reveló en una conferencia telefónica con periodistas.