Rusia mostró imágenes del comandante de su flota del mar Negro y dijo que eran de este martes, luego de que Ucrania afirmara que lo había matado la semana pasada en un bombardeo, en medio de nuevas hostilidades.

Siete localidades de una región rusa fronteriza con Ucrania quedaron sin luz este martes por un ataque ucraniano con drones, horas después de que Rusia atacara zonas de Ucrania con 38 drones y dañara un puerto, informaron autoridades.

Los nuevos ataques cruzados llegaron un día después de que Ucrania afirmara, sin mostrar pruebas, que el jefe de la flota rusa del mar Negro, almirante Viktor Sokolov, estaba entre 34 oficiales muertos en un ataque lanzado el viernes pasado en la península ucraniana de Crimea.

Sin embargo, en lo que se interpretó como un intento de desmentirlo, el Ministerio de Defensa ruso difundió este martes imágenes de Sokolov vestido con un uniforme militar durante una reunión por videoconferencia presidida por el ministro de Defensa, Serguei Shoigu.

Un comunicado del Ministerio que no menciona al militar por su nombre indicó que la reunión tuvo lugar este martes.

Tras la publicación de las imágenes de Sokolov, las fuerzas de operaciones especiales ucranianas, que habían dado por muerto al almirante, dijeron que estaban «clarificando» la situación.

En un comunicado en Telegram, admitieron que según «las fuentes disponibles», el comandante figuraba entre los muertos, pero que la identificación de las víctimas es a veces difícil ya que los cuerpos quedan bastante deteriorados.

Ucrania dijo que había bombardeado con misiles el cuartel general de la flota rusa del mar Negro en la ciudad de Sebastopol. Rusia se anexionó Crimea en 2014, y la península es una posición logística clave para su ofensiva en Ucrania.

El día del bombardeo, Rusia informó inicialmente que el ataque dejó un muerto y después rectificó y dijo que había un militar desaparecido.

El ataque al cuartel general de la flota del mar Negro fue un duro golpe para Moscú, tras sufrir recientemente varios bombardeos contra el puerto de Sebastopol.

La guerra está mayormente estancada pese a que Ucrania lanzó en junio una contraofensiva en zonas ocupadas por Rusia con armas entregados por Estados Unidos y otros países de la OTAN, incluyendo tanques Abrams estadounidenses que Kiev dijo ayer ya haber recibido.

En Rusia, el vocero de Putin dijo este martes que los tanques Abrams «arderán» en el campo de batalla como cualquier otro y que su llegada a Ucrania «no cambiará la relación de fuerzas» entre los ejércitos ruso y ucraniano.

«Todo esto no puede en ningún caso afectar la esencia de la ‘operación militar especial’ y su resultado. No hay un tipo de arma que pueda cambiar la relación de fuerzas en el campo de batalla», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó la agencia de noticias AFP.

En su reunión con Sokolov y otros jefes militares, el ministro Shoigu subrayó que la contraofensiva ucraniana sigue sin lograr «resultados significativos» y acusó de «cinismo» a Occidente por empujar a Ucrania a la «autodestrucción», lanzando a las tropas a ataques «sin sentido».

Además de sus repetidos ataques en Crimea, Ucrania también ha lanzado decenas de bombardeos con drones en regiones fronterizas de Rusia y en la de Moscú, y en mayo pasado un dron cayó en el Kremlin, la sede del Gobierno ruso.

Hoy, un dron ucraniano golpeó una subestación eléctrica de la región fronteriza rusa de Kursk, cortando la corriente en siete localidades, informó el gobernador regional.

«Un dron ucraniano lanzó por la mañana un artefacto explosivo contra una subestación eléctrica en Snagost, en el distrito de Korenevski. Siete localidades se quedaron sin electricidad», escribió en Telegram el gobernador Roman Starovoit.

El pequeño pueblo de Snagost está a unos 15 kilómetros de la frontera con Ucrania.

«Ningún habitante resultó herido», destacó el gobernador, añadiendo que los equipos estaban trabajando para restablecer la electricidad.

El invierno pasado, Rusia lanzó ataques contra infraestructuras esenciales, privando a millones de ucranianos de calefacción, agua y electricidad.

La semana pasada, el primer ministro ucraniano, Denis Shmygal, acusó a Rusia de reanudar su «terror energético» al atacar infraestructuras eléctricas o zonas de producción o almacenamiento de combustibles.

En Ucrania, en tanto, la Fuerza Aérea dijo que Rusia lanzó durante la noche del lunes ataques con 38 drones y que 26 de ellos fueron derribados, pero que eso no impidió daños en el puerto de la sureña ciudad de Izmaíl, ubicada sobre el río Danubio, en la provincia de Odesa.

El ataque duro dos horas, dijo por su lado en Telegram el gobernador de Odesa, Oleg Kiper, que afirmó que «la mayoría de los drones» fueron derribados.

«Lamentablemente, la infraestructura portuaria fue alcanzada en el distrito de Izmaíl», agregó.

Dos camioneros resultaron heridos y fueron hospitalizados, informó.

Un puesto de control, varios depósitos y una treintena de camiones fueron dañados, indicó el gobernador.