SáBADO, 30 DE NOV

Rusia cesa por unas horas la ofensiva en Mariúpol para que las fuerzas ucranianas depongan las armas

El ministro de Defensa explicó que "la parte rusa garantiza el cumplimiento del Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra" y que por ello a quienes se rindan le conservarán la vida.

Rusia anunció este martes la apertura de un corredor humanitario para evacuar a las fuerzas ucranianas presentes en la zona industrial de Azovstal, uno de los últimos focos de defensa de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, horas después de haber lanzado un ultimátum para que pongan fin a su «insensata resistencia».

«Las fuerzas rusas han abierto un corredor para permitir la salida de militares del ejército ucraniano y de los combatientes de formaciones nacionalistas que hayan depuesto las armas voluntariamente», informó el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado.

Concretamente propuso un alto el fuego a partir de mediodía de este martes, que comenzó a regir entre las «14 (las 8 en la Argentina) y las 16 (las 10), hora de Moscú», durante el cual las fuerzas rusas y las tropas de la autoproclamada república de Donetsk -una de las regiones rusoparlantes separatistas del este de Ucrania- «suspendieron cualquier actividad militar» en dicha área industrial y fueron retiradas a una distancia segura, precisó la nota.

Una decisión que la cartera rusa argumentó ante la «catastrófica situación» en la zona y por razones «puramente humanitarias», según reprodujeron las agencias AFP y Sputnik.

En tanto, el jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa ruso, Mijail Mizintsev, subrayó que a todos los que se rindan se les garantiza la conservación de la vida.

Según Mizintsev, tres convoyes humanitarios, formados por 30 micros y vehículos para transportar a las personas y 10 ambulancias fueron enviados a la acería, donde se desplegaron centros de alojamiento temporal con alimentos y ayuda médica para recibir a los rendidos.

«La parte rusa garantiza el cumplimiento del Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra», señaló y añadió que la parte ucraniana fue notificada sobre esta declaración a través de la viceprimera ministra Irina Vereschuk.

El anuncio se da horas después del inicio de una ofensiva contra los alrededores de la acería Azovstal y de un pedido del ejército ruso a los soldados ucranianos para que «depongan las armas» inmediatamente.

«No pongan a prueba a la suerte, tomen la decisión correcta, la de poner fin a las operaciones militares y depongan las armas», instó el Ministerio de Defensa ruso, quien pidió a las autoridades ucranianas a «mostrar sentido común y dar la orden a los combatientes de poner fin a su insensata resistencia» en Mariúpol.

Las autoridades de Mariúpol afirmaron durante los últimos días que en la planta de Azovstal se encuentran refugiados miles de civiles que huyen de los combates en la ciudad, si bien Rusia calificó dicha información de «bulo informativo» y sostiene que centra sus operaciones contra las fuerzas ucranianas y grupos armados.

«Estamos seguros de que es otro bulo informativo creado únicamente para salvar a los nacionalistas», dijo este martes Mizintsev.

No obstante, llamó a Kiev a tomar las medidas necesarias para que dichos civiles abandonen la zona a través del corredor humanitario abierto este mediodía por las fuerzas rusas, a la vez que enfatizó que el uso de la población civil como «escudo humano» se considera «terrorismo» en el derecho internacional, según consignó la agencia rusa de noticias TASS.

Desde el inicio del asedio a esta ciudad portuaria estratégica a principios de marzo, Rusia ha pedido en varias ocasiones a las fuerzas ucranianas que depongan las armas.

La semana pasada, más de 1.000 soldados ucranianos se rindieron en Mariúpol, pero otros centenares, según los separatistas prorrusos, siguen atrincherados en la inmensa fábrica de Azovstal, desde donde responden a los ataques de las fuerzas rusas.

El domingo pasado el portavoz del ministerio castrense ruso informó que hasta 400 mercenarios extranjeros, en su mayoría ciudadanos de los países europeos y de Canadá –que forman parte de las tropas ucranianas–, se encuentran bloqueados en la planta metalúrgica.

 

 

 

 

 

Últimas Noticias