Rusia anunció este lunes que bombardeó la zona de Palmira en Siria, uno de los bastiones de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Los aviones rusos destruyeron una «posición defensiva» y «baterías antiaéreas» del EI en el área de «Tadmor» -el nombre de Palmira en árabe-, según un comunicado del ministerio ruso de Defensa, que aseguró haber bombardeado 237 blancos «terroristas» en Siria, en los dos últimos días.

El ministerio de Defensa ya había anunciado que sus aviones atacaron objetivos cerca de Palmira, aunque insistieron que habían evitado afectar los sitios arqueológicos de esta ciudad histórica.

La televisión siria aseguró, a principios de octubre, que la aviación rusa había bombardeado al EI en la ciudad de Palmira y en sus alrededores.

El EI, que supo aprovechar la guerra civil siria para implantarse en el país, conquistó el 21 de mayo Palmira, a unos 200 kilómetros al este de Damasco, tras haber expulsado a las fuerzas gubernamentales.

El grupo yihadista llevó a cabo ejecuciones sumarias en la ciudad y destruyó sus tesoros arqueológicos, inscritos en el patrimonio mundial de la Humanidad.

Los aviones rusos hicieron 131 salidas en dos días y atacaron objetivos en las provincias de Hama (centro), Homs (centro), Latakia (oeste), Alepo (noroeste), Raqa (este), y en la región de la capital, Damasco, según el ministerio ruso.

Un cazabombardero Su-34 destruyó un campo en el que el EI entrenaba a sus combatientes extranjeros, en las afueras de Alepo, y en Harasta, a 10 kilómetros al noreste de Damasco, la aviación bombardeó un depósito de obuses, según la misma fuente.

En la ciudad de Salma, en la provincia de Latakia, el ejército aseguró haber alcanzado un puesto de mando que el Frente al Nosra, la rama siria de Al Qaida, utilizaba para perturbar las comunicaciones por radio de las fuerzas gubernamentales.

Rusia afirma desde el inicio de su intervención en Siria, a finales de septiembre, que sólo bombardea al EI y a otros grupos «terroristas» a petición del régimen de Bashar al Asad.

Washington y sus aliadas aseguran, sin embargo, que los ataques rusos van sobre todo dirigidos contra los rebeldes sirios en un intento de afianzar a Asad.