Una investigación realizada en Israel a una semana de las elecciones reveló la existencia de una red de cuentas presuntamente falsas de Twitter que hacen propaganda a favor del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y de su partido, el derechista Likud, y difaman a candidatos rivales.
Estas cuentas, creadas durante los últimos años y coordinadas entre sí, multiplicaron su actividad desde fines de diciembre para «hacerse eco de los temas de debate del Likud y Netanyahu, y difundir propaganda venenosa, mentiras y calumnias» contra medios de comunicación y candidatos de otros partidos, asegura la investigación, citada por EFE.
Se trata de cientos de cuentas de Twitter gestionadas por personas que no revelan su nombre real y que usan imágenes de perfil tomadas en muchos casos de bases de datos extranjeras o de repositorios de diseño gráfico.
La red fue destapada por el denominado Proyecto Bit Bots, un grupo de investigación que estudia el mal uso en las redes.
Varias de estas cuentas de Twitter están asociadas con altos cargos del Likud y con el hijo menor del primer ministro, Yair, señala la pesquisa.
Una de las más activas lleva el nombre de Moshe, con una imagen de perfil de un hombre joven, con ojos azules, barba y bigote que es en realidad un retrato del modelo griego Theo Theodoridis.
Este perfil se centra en publicar sobre temas políticos, se creó en marzo de 2015 y, aunque durante 2018 casi no publicó, aumentó su actividad en los primeros meses de 2019, tras la convocatoria de elecciones generales.
Desde entonces, ha publicado más de 2.500 tuits, en los que destacan elogios a Netanyahu y críticas a personajes públicos que se oponen al primer ministro, indica el diario israelí Yediot Aharonot.
«Es solo una cuestión de tiempo que la izquierda se convierta al Islam», escribió Moshe recientemente.
Otras de las cuentas vinculadas con ese usuario expandieron acusaciones al candidato centrista Beni Gantz, principal rival de Netanyahu, de ser un violador y de tener problemas mentales.
Proyecto Big Bots asegura que la actividad de la red podría vulnerar «las leyes de propaganda electoral» y de financiación de campañas, así como la legislación fiscal o de privacidad.