La Policía Metropolitana de Londres (MET) detuvo este fin de semana a varias personas que participaban en fiestas callejeras ilegales en diferentes puntos de la capital británica, que violaban las restricciones impuestas para prevenir la propagación del coronavirus en el país.

En la capital británica se impusieron perímetros llamados “zonas de dispersión”, en los que los agentes policiales tiene competencias especiales para dispersar aglomeraciones.

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Durante el fin de semana, la policía dispersó a las personas que se encontraban reunidas y realizando una fiesta al aire libre en los parques de los barrios de Clapham y Tooting Bec, informó la agencia de noticias EFE.

También hubo otras concentraciones consideradas ilegales en los barrios de West Kilburn y Newham, donde dos personas fueron detenidas por llevar arma de fuego y un cuchillo «tipo Rambo», respectivamente, según la MET.

No son las primeras fiestas que desmantela la policía londinense.

La semana pasada los agentes debieron desalojar una fiesta clandestina en el exclusivo barrio de Notting Hill y otra en Brixton, que dejaron como resultado a 22 agentes heridos.

El comandante de la MET, Bas Javid, afirmó que «todos los eventos de anoche eran ilegales» y señaló que, aunque la mayoría de los asistentes cumplió con las órdenes de los agentes, una minoría «se tornó violenta» y será investigada.

La jefa de la MET, Cressida Dick, aseguró la semana pasada que la policía tiene obligación de clausurar las fiestas ilegales que se celebraban en las calles porque violan las regulaciones de la cuarentena y agregó que «las comunidades locales no los quieren».

«Nuestros oficiales simplemente cumplen con su deber, estos eventos son ilegales, tenemos el deber de ir a clausurarlos y dispersarlos», apuntó.

«Las comunidades locales los rechazan, es un comportamiento increíblemente antisocial, muy ruidoso durante una pandemia y a veces hay violencia», agregó.

Mientras tanto, la Federación de la Policía británica alertó sobre el impacto de la cuarentena que junto con el clima cálido está alimentando nuevos brotes de desorden.