Por Juan Santa Cruz

El 2 de junio pasado, un video causó revuelo en las redes sociales mexicanas. Las imágenes revelaron cómo un policía mató al individuo al que había arrestado en una gasolinera de Tijuana, Baja California. (Esta ciudad hace frontera con San Diego, California, Estados Unidos). La periodista Gabriela Martínez, corresponsal del diario El Universal, de la Ciudad de México, informó que «El incidente fue documentado en un video grabado por dos hombres dentro de un carro».1

En las imágenes uno de los dos hombres grita sorprendido “¡Lo mato, lo mató!”, luego de que uno de los cinco oficiales mantuviera su bota sobre el cuello de un hombre sin camisa mientras éste se encontraba en el suelo.2

Los cinco policías, hasta donde se sabe, son investigados por la justicia estatal de Baja California. Otro caso de abuso policíaco fatal ocurrió en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, del estado mexicano de Jalisco (que está ubicado en el Occidente del país). Ahí, el pasado 4 de mayo, un hombre de 30 años de edad, de nombre Giovanni López, fue aprehendido por un grupo de policías. Se sabe que los uniformados lo subieron a una camioneta y que, después, lo ingresaron al Hospital Civil de Guadalajara, donde finalmente expiró.

Según los oficiales involucrados, la víctima se resistió al arresto por lo que tuvieron qué someterlo. Lo cierto es que el sometimiento consistió en una golpiza que le costó la vida. De acuerdo con la Fiscalía de Justicia de Jalisco existe una investigación en marcha. Ninguno de estos dos casos causó escándalo a nivel internacional, como sí sucedió con el que costó la vida a George Floyd, en Minneapolis, Estados Unidos. Un policía lo asfixió con su rodilla cuando Floyd ya estaba sometido en el piso. ¿Por qué un caso pasó inadvertido para los medios periodísticos internacionales y el otro no? Porque Estados Unidos vive un año electoral.

Decenas de ciudades de los Estados Unidos —entre las que destacan Wshington D.C., Nueva York, Filadelfia y Los Angeles— han sido escenario de todo tipo de manifestaciones, algunas muy violentas. Las protestas se han extendido a urbes como Berlín, Londres, París, Amsterdam, Rotterdam, Toronto y Sidney. ¿A quién le conviene esto y a quién no?

Hipótesis 1
La hipótesis 1 plantea que la agitación interna le conviene al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien quiere militarizar al país para complacer al electorado WASP, es decir, al que es de piel blanca, anglosajón y protestante. Esta hipótesis considera que el electorado afroamericano en los Estados Unidos representa un 13 por ciento del total y que, por añadidura, siempre vota a favor de los demócratas.

Dado que Trump sabe que los sufragios afroamericanos serán para su adversario electoral —muy probablemente Joe Biden— y por eso quiere que el Ejército acabe con las protestas (a las que califica de «terroristas»). Necesita halagar a los votantes WASP. La Hipótesis 1 se sustenta en la urgente necesidad que tiene Trump de reconstituir su imagen luego de los daños internos que le ha ocasionado la pandemia de Covid-19 (más de dos millones de contagios, más de cien mil muertos, quiebras de empresas, desempleo y pobreza).

En lo externo, Trump no evitó que la flota iraní llegara con gasolina a las costas de Venezuela; además, tiene abierto un peligroso frente comercial y diplomático con China que —a decir de Beijing— podría desembocar en una nueva Guerra Fría.

Hipótesis 2
La Hipótesis 2 señala al Partido Demócrata de los Estados Unidos —y muy especialmente a uno de sus patrocinadores más activos, George Soros— de las «espontáneas»— y multitudinarias protestas contra Trump y contra el racismo en Estados Unidos. Esta hipótesis considera que el electorado afroamericano en los Estados Unidos (que representa, como ya dijimos, un 13 por ciento del total) es insuficiente a los demócratas para ganar los comicios del martes 3 de noviembre venidero. Aun así, desea conservarlo.

A Soros y a los demócratas les conviene, además, exhibir a un presidente débil, carente de control, pero represor. Los demócratas fracasaron en su intento de destituir a Trump con el tema de la supuesta trama rusa; ante ese durísimo golpe, tienen la urgencia también de reconstituirse y de ganar credibilidad ante el electorado. No hacerlo les podría costar otro cuatrienio fuera de la Casa Blanca.

Hay quienes piensan que Trump manipula las protestas en Estados Unidos. Pudiera ser. Lo que se ve improbable es que esté detrás de las marchas, plantonea y manifestaciones que han sacudido a urbes de Europa y Oceanía. La ideología que anima a estas movilizaciones, dentro y fuera de los Estados Unidos, es la de la Open Society, de George Soros.

Ahora bien, si Trump carece de poder para mover multitudes fuera de su país, Soros sí lo tiene. Dentro y fuera de Estados Unidos.

Conclusión
Desde nuestro personal punto de vista, los actuales acontecimientos —en México y el mundo— son promovidos por la izquierda globalizadora que es contraria al evangelismo proisraelí de Trump. A George Floyd lo utilizaron los demócratas —y en especial Soros— para justificar la agitación y la violencia dentro de Estados Unidos y para desprestigiar lo más posible al actual inquilino de la Casa Blanca, tanto a nivel nacional, como internacional.

Lo dramático es que los demócratas son tan racistas como los republicanos. Prueba de ello es la siguiente declaración hecha el pasado 1 de junio por el aspirante presidencial demócrata Joe Biden, durante una reunión con dirigentes de la comunidad afroamericana en Wilmington (Delaware):

La idea de enseñar a un policía que cuando hay una persona desarmada que viene hacia ellos con un cuchillo o algo le disparen en la pierna en lugar del corazón es algo muy diferente. Hay muchas cosas diferentes que podrían cambiar.3

Por lo demás, resulte triste darse cuenta de que existen muertos de primera y de segunda. El hombre asfixiado por la bota de un policía mexicano en Tijuana, Baja California, México, pasó inadvertido para los «justicieros» medios manipulados por Soros y compañía, los cuales armaron esta campaña luego de que Floyd fuera asfixiado por la rodilla de un oficial en Minneapolis (Estados Unidos).

Referencias electrónicas:

1-Gabriela Martínez. “¡Lo mató, lo mató!”; oficial asesina a hombre detenido en Tijuana. El Universal. (Publicado el 2 de junio de 2020). Consultado en https://www.eluniversal.com.mx/estados/lo-mato-lo-mato-oficial-asesina-hombre-detenido-en-tijuana
2-Íbid.
3-Actualidad RT. “Biden propone entrenar a los policías para que disparen a los atacantes en la pierna y no en el corazón”. (Publicado el 2 de junio de 2020). Consultado en https://actualidad.rt.com/actualidad/355210-biden-proponer-entrenar-policia-disparar-pierna-corazon