La semana pasada fue testigo de un cambio estratégico dramático, producto de las acciones coordinadas del presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping. Entre estas acciones decisivas se destacan:

-El impresionante despliegue militar chino durante la celebración del Día de la Victoria (con Putin parado al lado de Xi durante todo el tiempo);

-La operación de flanqueo de Putin en Siria, cuya naturaleza exacta todavía está por definirse, pero tiene a la Casa Blanca de Obama visiblemente desestabilizada, y

-El Foro Económico del Este (FEE) del 3 al 5 de septiembre, en Vladivostok, que se centró en toda una serie de nuevos acuerdos entre Rusia y China, los cuales calificó el viceministro de Relaciones Exteriores ruso Morghulov como «una misión estratégica de largo plazo, a gran escala y gigantesca, que, estoy seguro, va a reconfigurar todo el espacio euroasiático una vez que se haya implementado».

Además de su discurso inaugural del 4 de septiembre, Putin se reunió al día siguiente con el jefe de una gran delegación china, el viceprimer ministro Wang Yang, en donde Putin destacó la «camaradería en combate» de los dos países. Putin empezó su discusión elogiando de nuevo a China por su celebración del Día de la Victoria; «eso nos recuerda la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, el heroísmo del pueblo chino y nuestra camaradería en el combate. Hoy enfrentamos bastantes tareas y desafíos que podemos y tenemos que enfrentar juntos», señaló. Además, el presidente ruso subrayó que «la cooperación entre China y Rusia en el Lejano Oriente se ve bastante prometedora e importante».

La respuesta de Wang fue igual de enérgica, destacando que el discurso de Putin ante la plenaria del FEE «mejora enormemente nuestra confianza en nuestra cooperación exitosa». Wang informó que, en la cumbre de los BRICS en Ufa, Putin invitó personalmente a Xi a que enviara una delegación a la reunión del FEE, y que Xi «le confirió gran importancia a este evento» por lo que envió a su viceprimer ministro, y dijo que «acompañándome están diez ministros del gobierno y cuatro gobernadores». Agregó que también estaban presentes 60 importantes compañías chinas, que representan ingresos superiores a los 2 billones, «el cual es casi el 25% del PNB de China. Yo creo que después de su discurso, nuestras compañías chinas van a sentir más confianza en el futuro del éxito de la cooperación» de los dos países.

Aparte de China hubo un total de 2.500 participantes en el FEE. Según los medios de comunicación rusos, Tass y Sputnik, los organizadores solo esperaban mil asistentes pero hubo 4.000 solicitudes de registro y solo pudieron manejar 2.500. Hubo 32 delegaciones extranjeras oficiales, siendo las más grandes las de China, Corea del Sur y Japón. Del lado de Rusia, Putin estuvo acompañado de varios ministros y los gobernadores de nueve de las regiones del Lejano Oriente