Después que los poderosos económicos del mundo agrupados en el G7 evaluaran la semana pasada la posibilidad de imponerle tope a los precios rusos, la respuesta de Vladimir Putin finalmente llegó.

En tal sentido, el presidente de Rusia advirtió con contundencia: “No entregaremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón. Nada».

En cuanto a lo debatido por las potencias europeas para castigar las finanzas del Estado Ruso, Putin lo considera como “una tontería” y una solución “sin perespectivas”.

«Esto es absurdo, una tontería que conducirá a un mayor crecimiento (de los precios) en los mercados mundiales, incluyendo en Europa», añadió, y señaló que «nada se puede resolver por vía administrativa en el ámbito de la economía y el comercio mundial».

«Todas las restricciones administrativas en el campo del comercio mundial solo conducen a  desequilibrios y aumentos de los precios. Lo que está sucediendo en los mercados europeos es el resultado del trabajo de los especialistas europeos y de la Comisión Europea», indicó.

Putin hizo estas declaraciones en el contexto de que la Unión Europea (UE) y el Grupo de los Siete (G7) están buscando las vías para limitar el precio de los productos energéticos rusos con el fin de limitar los ingresos de Moscú.

En particular, la semana pasada los ministros de Finanzas del G7 confirmaron la intención de imponer un tope al precio del petróleo ruso para «reducir los ingresos rusos y la capacidad de Rusia de financiar su guerra de agresión (en Ucrania) mientras limita el impacto de la guerra rusa en los precios mundiales de la energía», reseñó la agencia Sputnik.