SáBADO, 30 DE NOV

Puigdemont exige a Rajoy restaurar el gobierno catalán cesado

En un discurso de fin de año transmitido por redes sociales, el destituido presidente catalán solicitó al ejecutivo español "que restituyan todo lo que destituyeron sin el permiso de los catalanes", a la vez que pidió "negociar políticamente". 

El destituido presidente catalán, Carles Puigdemont, exigió este sábado al jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy, «que restituya» a su gobierno regional tras las elecciones catalanas y empiece a negociar, en un discurso de fin de año transmitido por redes sociales.

«Como presidente, exijo al gobierno español y a quienes lo apoyan (…) que restituyan todo lo que destituyeron sin el permiso de los catalanes», dijo Puigdemont en su discurso donde también pidió que Madrid empiece a «negociar políticamente» con su gobierno.

El ex dirigente y todo su gabinete fueron cesados por Madrid el 27 de octubre, horas después de que el Parlamento catalán proclamara unilateralmente la independencia de la región.

Desde finales de octubre, Puigdemont se encuentra en Bruselas.

La justicia española lo investiga por presunta sedición y rebelión por su papel en el proceso soberanista catalán, y por esos mismos cargos mantiene en prisión provisional a dos compañeros de su gobierno cesado.

«Las urnas han hablado (…) ¿a qué espera el señor Rajoy para aceptar los resultados?», prosiguió Puigdemont, refiriéndose a la mayoría de escaños que los independentistas mantuvieron en el parlamento catalán en las elecciones del 21 de diciembre. En votos sin embargo, los separatistas se quedaron en un 47,5%, la prueba según sus detractores de que no tienen «mayoría social».

Puigdemont también insiste en que los Catalanes se han ganado el derecho a formar «una república de hombres y mujeres libres», sin llegar a decir si defendería otra vez la ruptura unilateral.

En las elecciones, el cesado presidente encabezaba la lista más votada dentro del bloque separatista, Juntos por Cataluña. Sus allegados defienden que Puigdemont debe ser por ello restaurado en su cargo, un objetivo muy complicado ya que si vuelve podría ser detenido e ir de inmediato a prisión.

Una eventual investidura a distancia, por otro lado, requeriría modificar el reglamento de la cámara catalana, y la posibilidad de gobernar desde el extranjero ha sido criticada por sus detractores e incluso por voces dentro del separatismo.

«El señor Puigdemont se cree que puede ser presidente de la Generalitat de Cataluña por internet o por whatsapp», ironizó este sábado Inés Arrimadas, líder en Cataluña de Ciudadanos, el partido más votado en los comicios del 21 de diciembre y favorable a la unidad de España.

El propio Rajoy dijo el viernes que le parece «absurdo» que Puigdemont pretenda gobernar desde el extranjero.

Puigdemont no formuló este sábado ninguna propuesta de programa en el caso de que volviera a gobernar, ni dijo si está dispuesto a regresar.

Pero pidió diálogo, afirmando que su gobierno destituido logró en los comicios «mantener el apoyo parlamentario», mientras que el Partido Popular de Rajoy se descalabró pasando de 11 diputados a sólo 4 en la cámara catalana, que tiene 135 asientos.

En ese sentido, dijo que el gobierno español tiene ahora la ocasión de «reconocer el resultado de las elecciones del 21 de diciembre y empezar a negociar políticamente con el gobierno legítimo de Cataluña».

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