El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mantiene el silencio que guarda desde que se conoció balotaje por el exmandatario Lula da Silva, alimentando las especulaciones sobre su intención de no admitir la derrota -algo para lo que no cuenta con apoyo político- y sobre la difícil transición democrática que se iniciará en las próximas semanas. entre tanto, una decena de bloqueos que llevan adelante camioneros bolsonaristas se registran en distintas rutas del país.

Varios puntos en el estado agrícola de Mato Grosso (centro-oeste), ampliamente favorable al presidente Bolsonaro, estaban en la mañana bloqueados «por neumáticos quemados y vehículos», como camiones, autos y camionetas, informó la Concesionaria Rota Oeste, que administra una carretera en ese estado. No estaba claro de momento si había algún grupo liderando el movimiento.

Los medios locales reportaban bloqueos en al menos 11 estados, incluyendo una carretera que conecta Río de Janeiro y San Pablo, y los ingresos a Brasilia. En el estado de Paraná (sur), un grupo de manifestantes bloqueaba otra vía, después de que la Policía Federal de Carreteras (PRF) despejara al menos otros ocho puntos a lo largo de la madrugada, informó la institución.

La policía en Río informó que los manifestantes estaban «insatisfechos con el resultado de las elecciones presidenciales, por sospechas de fraude». En redes sociales, usuarios dijeron que los manifestantes reclaman una intervención militar.

El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, dijo el domingo, al presentar los resultados del balotaje que no existen indicios de irregularidades y, por lo tanto, no hya argumentos para impugnarlos.

Pasadas más de 12 horas desde el resultado oficial, el presidente Jair Bolsonaro no se ha pronunciado sobre la victoria de Lula da Silva, que fue sin embargo reconocida por varios aliados del gobierno, además de numerosos jefes de Estado extranjeros.

Tras perder por un estrecho margen (50,9%-49,1%), el presidente se recluyó en la residencia oficial del Palacio de Alvorada en Brasilia y este lunes salió rumbo al Palacio de Planalto sin dar declaraciones, constató un fotógrafo de la AFP.