El líder de extrema derecha, Norbert Hofer ganó hoy la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Austria, con un sorpresivo apoyo del 36,7% de votos que lo llevará a competir en un balotaje con el líder ecologista de los Verdes, Alexander Van der Bellen, en unos comicios marcados por la crisis de refugiados en Europa.

Hofer es el máximo líder del partido ultranacionalista FPÖ, un partido que ganó amplia popularidad a partir del crecimiento del sentimiento anti migratorio contra los refugiados recién llegado, se enfrentará el próximo 22 de mayo con el ecologista Van der Bellen, quien según una proyección de la cadena de noticias local ORF, sacó un 21,3% de los votos.

Tercera quedó la candidata independiente Irmgard Griss, quien obtuvo el 18,9% de los votos, según reprodujo la agencia de noticias EFE.

De confirmarse estos resultados, significaría que por primera vez en la historia del país reciente, la coalición de gobierno entre los socialdemócratas y los demócratas cristianos quedaron fuera de una contienda electoral tan decisiva para el país europeo.

El cargo de presidente en Austria es básicamente protocolar, es decir, no tiene poderes ejecutivos y funciona como representante del país en el exterior.

Sin embargo, aunque se trata de un cargo más bien ceremonial con un mandato de seis años, el presidente austriaco elige al canciller (jefe de gobierno) y toma juramente al gabinete tras la elección de elecciones parlamentarias.

Tras los primeros tres candidatos quedaron el democristiano Andreas Khol con el 11,2% de los votos y el socialdemócrata Rudolf Hundstorfer con el 10,9%, ambos candidatos de los dos grandes e históricos partidos políticos del país que juntos solían superar el 80% de los votos en las elecciones presidenciales.

La clara victoria de Hofer contradijo a todas las encuestas de las últimas semanas que indicaban que Van der Bellen era el principal favorito para ganar estos comicios, en los que fueron llamados a votar unos 6,4 millones de austriacos mayores de 16 años.

«Es el comienzo de una nueva era política», celebró el líder del partido de derecha FPÖ, Heinz-Christian Strache y agregó que este resultado muestra la «extra insatisfacción» con la coalición de gobierno actual.

Por su parte, su asesor político Thomas Hofer concluyó que se trató de «una elección contra el sistema».

Esa frase resumió la estrategia del FPÖ, una fuerza que se dedicó a criticar duramente al gobierno actual por permitir la entrada de 90.000 refugiados al país el año pasado.

Como sucedió en Alemania y otros países nórdicos, el gobierno austriaco cambió rápidamente su política hacia los refugiados.

A principios de 2016 el Ejecutivo viró su política y anunció medidas fronterizas más restrictivas que, teniendo en cuenta los guarismos de esta elección, no tuvieron el efecto político deseado.

Entre las medidas más duras, el gobierno austríaco comenzó la construcción de un muro de 250 metros de largo en el Paso del Brenner, en la frontera con Italia, para impedir el acceso de inmigrantes.

Justamente hoy en medio de una jornada electoral, unos 300 policías tiraron gases lacrimógenos y utilizaron bastones para dispersar a manifestantes congregados en Brenner, que protestaban contra los estrictos controles en la frontera, según informó la agencia de noticias austriaca APA.

Con el resultado electoral de hoy, el euroescéptico, xenófobo y populista partido FPÖ aparece como la fuerza con mayor intención de voto del país, con más del 30%, una cifra que podría convertir a Hofer en el sucesor del presidente Heinz Fischer, que no pudo volver a presentarse como candidato después de haber ocupado el cargo durante 12 años.