Un grupo bipartidista de senadores presentó ante el Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley que terminaría por completo con el embargo comercial a Cuba y abriría las puertas a las exportaciones estadounidenses a la isla.

Bajo el título «Ley para la libertad de exportación a Cuba», el texto legislativo derogaría las leyes que han prevalecido durante décadas para prohibir el comercio con Cuba o con empresas que operen en el país caribeño.

«Es hora de pasar la página sobre nuestra política hacia Cuba. Cincuenta años de embargo no han asegurado nuestros intereses en Cuba y han desfavorecido a las empresas estadounidenses al restringir el comercio con un mercado de 11 millones de personas a tan sólo 90 millas (150 kilómetros) de nuestras costas», dijo la senadora demócrata Amy Klobuchar, promotora del texto.

«Hay muchos asuntos en nuestra relación con Cuba que deben ser abordados, pero esta legislación para levantar el embargo comenzará por abrir nuevas oportunidades para las empresas estadounidenses, impulsar la creación de empleo y las exportaciones, y ayudar a mejorar la calidad de vida para el pueblo cubano», agregó Klobuchar.

Junto a Klobuchar, respaldan el texto los también demócratas Patrick Leahy, Dick Durbin y Debbie Stabenow y los republicanos Mike Enzi y Jeff Flake.

La propuesta no deroga, sin embargo, las disposiciones de derechos humanos o relativas a los reclamos de propiedad contra el gobierno cubano, mientras que el levantamiento de la prohibición sobre los viajes a la isla estaría amparado por otra propuesta presentada hace unas semanas específicamente a ese efecto.

Ese primer texto legislativo presentado ante el Congreso, la llamada «Ley de libertad para viajar a Cuba», pondría fin a las restricciones legales sobre los viajes a la isla para los ciudadanos estadounidenses y residentes legales, así como a las trabas a las transacciones bancarias relacionadas con dichos viajes.

Aunque la Administración del presidente Barack Obama anunció alguna atenuación de las restricciones sobre los viajes a principios de año, es el Congreso el que debe votar para acabar con el marco legal sobre el que se sustenta el embargo a la isla.

Preguntada por el proyecto legislativo presentado hoy, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, reiteró que el mandatario ha dejado claro su apoyo a una acción legislativa (para levantar el embargo) y dijo respaldar «el objetivo general», aunque explicó que el Departamento aún no ha podido estudiar la ley con detalle.

Mientras tanto, se espera que en las próximas semanas se celebre en Washington una segunda ronda de contactos entre los gobiernos de ambos países, tras la visita a mediados de enero a La Habana de una delegación estadounidense encabezada por la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson.