La huelga contra la política de combustibles del Gobierno de facto de Michel Temer convocada por la Federación Única de los Petroleros (FUP) de Brasil cumple este jueves su segunda jornada.

El paro se prolongará por 72 horas y no causará desabastecimiento de combustibles al país, dijo un miembro de la coordinación general de la FUP, José María Rangel, que calificó como «fuerte» el arranque de la huelga.

La FUP informó que 25 plataformas petroleras se unieron al paro, declarado ilegal por el Tribunal Superior del Trabajo (TST) al considerarlo «abusivo y con fines políticos».

«La justicia del trabajo está actuando como la justicia del capital. Ese es el papel que ella viene cumpliendo a lo largo de los últimos años», manifestó antes de ratificar que los trabajadores del sector no se atemorizarán y de todos modos paralizarían las labores por 72 horas.

La huelga que comenzó el miércoles demanda la disminución de los precios de todos los combustibles, el fin de la privatización de Petrobras y la inmediata salida del presidente de Petrobras, Pedro Parente, nombrado al frente de la estatal en julio de 2016 por Michel Temer.

Una marcha convocada por los frentes Brasil popular y Pueblo sin Miedo respaldó el paro de los petroleros y demandó el fin de cualquier intento de desmantelamiento y privatización de la estatal petrolera.