La extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, autorizada recientemente por el Gobierno británico, aún puede revertirse, ya que todavía quedan diversas instancias judiciales para lograrlo, aseguró su abogado, Aitor Martínez Jiménez, integrante del equipo legal del estudio del exjuez español Baltasar Garzón, que lleva la defensa del periodista australiano.

El 1 de julio, la defensa de Assange apeló la orden de extradición aprobada por la ministra del Interior británica, Priti Patel, para que sea juzgado en Estados Unidos, que lo acusa de 18 delitos, la mayoría relacionados con espionaje y la publicación por parte de WikiLeaks de información confidencial, registros militares y secretos diplomáticos en 2010, que pusieron a la diplomacia estadounidense en problemas.

Su abogado consideró que Assange está sufriendo una «verdadera persecución política» por parte de las autoridades de Estados Unidos, donde podría enfrentar una condena de 175 años de cárcel.

Martínez Jiménez es profesor de la Universidad Nebrija en Madrid y llevó adelante relevantes causas internacionales, como la masacre de Curuguaty, causal del golpe de Estado institucional en Paraguay contra Fernando Lugo, o la querella por crímenes de lesa humanidad y genocidio de colectivos de víctimas ante los tribunales argentinos.

“Aún quedan varias fases en el proceso de extradición británico. Pero éste cuenta con una fase judicial y con una fase gubernativa, que se dirige ante el Ministerio del Interior. Y en esta fase, la ministra Priti Patel logró la entrega de Assange. Sin embargo, aún restan diversas instancias judiciales como, por ejemplo, que la decisión del Ministerio del Interior va a ser recurrida ante en el Tribunal Superior y eventualmente ante la Corte Suprema”, sostuvo.

“También habrá que analizar otros elementos como el espionaje que habría sufrido Assange en la embajada de Ecuador en Londres, o incluso el hecho de que la inteligencia de Estados Unidos haya planeado asesinarlo”, remarcó.

“Además, es necesario recordar que Reino Unido sigue sometido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por lo que al agotar las instancias internas se podría acudir igualmente al tribunal de Estrasburgo”, señaló el profesional.

«Evidentemente es necesario recordar el caso Pinochet. En la extradición cursada por las autoridades judiciales españolas, el Poder Judicial británico acordó la entrega. Sin embargo, fue la vía gubernativa, el ex ministro del Interior Jack Straw, quien negó la extradición, bajo el argumento de que (el ex dictador chileno, Augusto) Pinochet no gozaba de un estado de salud como para soportar un proceso judicial» expresó en referencia a antecedentes de una reversión de una extradición en el Reino Unido.

“Julian Assange es periodista en ejercicio y sus publicaciones en 2010 sobre Irak y Afganistán reflejaban la labor básica de todo periodista, que no es otra que recibir información de fuentes y publicarla al ser veraz y de interés público. En este caso, además, esos datos acreditaban gravísimos crímenes de guerra cometidos por el Ejército de Estados Unidos. Asesinatos, torturas, desplazamientos de personas, y demás crímenes que estaban ocultos, para esconder sus crímenes a la comunidad internacional”, sostuvo.

“Por lo tanto, lo que está sufriendo Julian Assange es una verdadera persecución política por parte de las autoridades de los Estados Unidos. Una persecución que pretende erigirse como precedente para el resto de medios de comunicación del mundo, proporcionar un aviso para que no vuelvan a publicar información de sus acciones militares en el mundo. De esta forma, no estamos ante un caso que afecta a Julian Assange a la agencia WikiLeaks, sino que estamos ante un caso que afecta directamente a la libertad de prensa en el mundo”, finalizó.