El papa Francisco dijo hoy que no quiso justificar la violencia cuando dijo que si un amigo insultaba a su madre podía esperar un «puñetazo», sino solamente presentar una reacción muy humana a una provocación y subrayar que es necesaria mayor prudencia al ejercer la libertad de expresión para evitar ese tipo de ofensas.

El Papa respondió así en el avión en el que regresaba de Manila cuando un periodista le preguntó si se lo malinterpretó cuando, en el vuelo de Sri Lanka a Filipinas de la semana pasada, hizo el comentario del puñetazo al ser consultado por el atentado a la sede del semanario francés Charlie Hebdo, en París.

Ese ataque del 7 de enero y otro posterior a un supermercado kosher de París dejaron 17 muertos y fueron cometidos por tres islamistas radicales franceses en represalia por la publicación, por parte de Charlie Hebdo, de caricaturas de Mahoma, algo que muchos musulmanes consideran altamente ofensivo.

«Yo no puedo insultar, provocar a una persona continuamente porque corro el peligro de que se enfade y corro el peligro de recibir una reacción injusta. Es algo humano«, afirmó hoy el pontífice argentino en el vuelo de regreso a Roma.

«La libertad de expresión tiene que tener en cuenta la realidad humana y tiene que ser prudente», agregó, citado por la agencia de noticias EFE.

En sus declaraciones del jueves pasado, el Papa defendió que no se puede ofender o hacer burla de las religiones porque entonces se puede esperar una reacción y puso el ejemplo de que, si alguien insulta a una madre, se podría ganar «un puñetazo».

«En teoría, podemos decir que una reacción violenta ante una ofensa o una provocación no se debe hacer. En teoría, tendríamos que poner la otra mejilla. En teoría, podemos decir que contamos con la libertad de expresión y esto es importante», dijo hoy.

Pero añadió: «En la teoría estamos todos de acuerdo, pero en la práctica somos humanos y debe existir la prudencia».

«La prudencia debe regular nuestras relaciones y esto es lo quería decir», aclaró el Pontífice.

«El papa Francisco no ha defendido la violencia con sus palabras en el vuelo», dijo entonces el reverendo Thomas Rosica, de la sala de prensa del Vaticano.

Rosica agregó que sus palabras fueron «dichas coloquialmente y de una manera amistosa e íntima entre colegas y amigos» que los acompañaban en su viaje.