El líder independentista catalán Carles Puigdemont reiteró este sábado su voluntad de internacionalizar su lucha desde su cuartel general en la ciudad belga de Waterloo, desde donde llamó a liberar a los dirigentes catalanes presos en España acusados de rebelión.

«No hay ningún motivo, ninguno, ni de justicia, ni de política, ni de democracia, que justifique que pasen ni un minuto más en prisión. Los queremos en casa», dijo el ex presidente catalán a la entrada de la llamada Casa de la República de Waterloo, ante unos 300 simpatizantes.

A raíz de un intento fallido de independencia de Cataluña a finales de octubre, la justicia española abrió una investigación contra los líderes secesionistas y el entonces gobierno de Puigdemont, a quienes acusa en su mayoría de rebelión, un delito pasible con 25 años de prisión.

Nueve líderes, entre ellos el ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, se encuentran actualmente en prisión preventiva a la espera de juicio. Pero el ex presidente y otros cuatro ex miembros de su gobierno prefirieron salir de España después de su cese por Madrid y antes de la acción judicial.

Su estrategia parece haber funcionado por ahora. La justicia española retiró recientemente las órdenes de detención internacional contra todos, después de que un tribunal alemán aceptara extraditar a Puigdemont por malversación de fondos públicos, pero no por el delito más grave de rebelión.

Como un «europeo libre», este periodista de 55 años, que se convirtió en la imagen internacional de la lucha por la independencia de Cataluña, ya anunció este sábado en rueda de prensa que viajará «hasta el último rincón» de Europa para «defender la justa causa del pueblo catalán».