La investigación periodística que puso al descubierto la participación de diferentes personalidades en empresas afincadas en guaridas fiscales puso en la superficie, entre otros, a los presidentes de Chile, Sebastián Piñera y de Ecuador, Guillermo Lasso, como así también al ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes.

Según la investigación, Piñera y algunos familiares eran los mayores accionistas del proyecto Minera Dominga con 33% de sus acciones y habrían vendido la empresa minera a través de un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes.

Sin embargo, el mandatario, en una conferencia de prensa desde el Palacio de La Moneda, aseguró que en la venta de esta minera “se cumplió estrictamente con las reglas tributarias de Chile”, que “no me fue consultada” y que en la venta “se pagaron todos y cada uno de los impuestos”.

Descartó que este escándalo represente un conflicto de intereses al afirmar: “Desde abril de 2009, antes de asumir mi primera presidencia, me desligué absolutamente de la administración y gestión de las empresas familiares”.

El jefe de Estado aseguró que una eventual acusación constitucional (juicio político) en su contra, que lo han promovido sectores de la oposición, “no tiene absolutamente ningún argumento”, pero enfatizó que “entiende” que se promueva esta iniciativa desde sectores contrarios a su Gobierno, por estar en “periodo electoral”.

Cerró su mensaje diciendo que jamás ha dejado de «privilegiar el interés público, el bien común, por sobre cualquier otro interés”. “Ni mi familia ni yo tenemos sociedades de inversión constituidas en el extranjero”, señaló.

Por su parte, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, admitió que tuvo «inversiones legítimas en otros países», tras ser señalado en la investigación periodística, pero acotó que se deshizo de ellas para competir en las elecciones presidenciales de 2021, que ganó.

«Mis ingresos provienen de mi trabajo de décadas en el banco Guayaquil», uno de los más importantes del país, expresó el mandatario en un video divulgado anoche por el Gobierno.

«Es absolutamente correcto que años atrás tuve, y quiero hacer énfasis, tuve inversiones legítimas en otros países», añadió Lasso, de 65 años.

Según los Pandora Papers, Lasso controló 14 sociedades offshore, la mayoría con sede en Panamá, y las cerró después de que el ex presidente Rafael Correa (2007-2017) aprobara una ley en 2017 que prohibía a los aspirantes presidenciales tener empresas en guaridas fiscales.

«Me deshice automáticamente de todas esas empresas», apuntó Lasso, un duro opositor de Correa, quien añadió: «Lo hice de manera fulminante, sin ningún tipo de protesta, demora u objeción”.

En tanto, a través de un comunicado emitido por la asesoría del ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, este funcionario ofreció su defensa: «Toda la actuación privada de Paulo Guedes, anterior a su investidura como ministro, fue correctamente declarada, incluyendo su participación societaria en la empresa mencionada».

Desde que asumió como ministro, en 2019, Guedes «se desvinculó de toda su actuación en el mercado privado, en los términos exigidos por la Comisión de Ética Pública, respetando integralmente la legislación que se aplica a los funcionarios públicos y ocupantes de cargos de confianza», añadió el mensaje.