Varios países de Europa comenzaron a tomar medidas de emergencia ante el aumento de los casos de coronavirus, con España exigiendo una prueba negativa para ingresar al país a todo aquel que provenga de Francia.

Según publicó hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE), los pasajeros procedentes de Francia por vía terrestre deberán presentar un test con resultado negativo, realizado en las 72 horas previas a su llegada a España.

La orden se suma a una anterior que establece que los ciudadanos procedentes de Francia que viajen por vía aérea o marítima deben presentar una prueba negativa, por lo que a partir de ahora todos los viajeros procedentes de zona de riesgo del país galo, entren por donde entren, están obligados a presentar una PCR negativa.

Se consideran zonas de riesgo todas aquellas de Francia calificadas por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades con nivel de riesgo rojo oscuro, rojo, naranja o gris.

Tal y como se recoge en el BOE, quedan exceptuados los profesionales del transporte por ruta en el ejercicio de su actividad profesional, los trabajadores transfronterizos y los residentes en zonas fronterizas, en un radio de 30 kilómetros alrededor de su lugar de residencia.

La orden entrará en vigor el lunes y durará hasta que el Gobierno declare el fin de la crisis sanitaria.

Por otra parte y en el mismo contexto de un rebrote de contagios, República Checa amplió hasta el 11 de abril el estado de emergencia en una votación en la Cámara de Diputados.

La ampliación va acompañada de una serie de competencias adicionales para el Gobierno y que mejorarán su disposición a la hora de aplicar las medidas para impedir la propagación de la enfermedad.

El actual estado de emergencia iba a expirar este domingo.

Mientras tanto, los miembros de la Cámara baja solicitaron el regreso a las aulas de los niños de jardines de infantes y de escuelas primarias a más tardar el 12 de abril, una semana después de las vacaciones de Semana Santa, informó la agencia de noticias Europa Press.

El país registró 1,5 millones de casos y 25.600 fallecidos desde el inicio de la pandemia, aunque la curva de contagios viene mostrando una tendencia a la baja en los últimos días.

Las autoridades polacas, en tanto, impusieron desde hoy nuevas restricciones tras detectar más de 30.000 contagios diarios.

Las peluquerías, centros de belleza, escuelas infantiles y ferreterías deberán cerrar sus puertas y se suman así a los colegios, museos y centros comerciales, cerrados desde hace una semana, informó la radio pública polaca, Polskie Radio.

Además se restringe el número de visitantes en iglesias, mientras que los jardines de infantes abrirán solo para atender a hijos del personal de salud, militares y policías y las instalaciones deportivas solo estarán disponibles para deportistas profesionales.

El Gobierno reportó 31.757 nuevos contagios y 448 muertes en la última jornada, una cifra ligeramente inferior a los 35.145 del viernes o los 34.143 del jueves, aunque siguen en alerta.

En total, Polonia acumula 2.221.725 casos confirmados y 51.753 muertos desde el inicio de la pandemia.