El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) visitará dos instalaciones nucleares de Ucrania a pedido del Gobierno de Kiev, que convocó observadores externos para desmentir las acusaciones de Rusia sobre sus supuestos planes de utilizar una bomba sucia.

Un equipo de la agencia visitará «en los próximos días» las instalaciones con el objetivo de «detectar cualquier posible actividad y material no declarados», según un comunicado del OIEA.

Se trata de dos enclaves que el organismo de la ONU ya vigila de forma regular.

El director del organismo, el argentino Rafael Grossi, afirmó que la entidad visitó uno de ellos hace un mes y constató que no había ningún indicio sobre presuntas irregularidades: «No se encontraron actividades o material sin declarar», sostuvo Grossi, según la agencia de noticias Sputnik.

El término bomba sucia, también llamada dispositivo de dispersión radiológica (DDR), designa cualquier artefacto que, al detonarse, disemina uno o varios productos química o biológicamente tóxicos, y que tiene una potencia levemente menor que una bomba nuclear.

Kiev ha desmentido en varias ocasiones las acusaciones de Moscú, con el apoyo de los Gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.

«Negamos las acusaciones falsas de Rusia de que Ucrania se prepara para usar una ‘bomba sucia’ en su territorio», declararon los tres países miembros de la OTAN en un comunicado conjunto.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró ayer su denuncia contra Ucrania al asegurar que su vecina se encontraba «en la fase final» para la fabricación de su «bomba sucia».

Según funcionarios rusos, el objetivo del Gobierno ucraniano es detonar el dispositivo en el algún lugar del país para responsabilizar a Rusia y desatar una campaña contra ella en el mundo entero.