La Fiscalía de Bolivia ordenó la detención de los ex ministros de Gobierno y de Defensa, Arturo Murillo y Fernando López, respectivamente, por la presunta irregularidad en la compra de agentes químicos para las fuerzas de seguridad, en el denominado ‘caso gases lacrimógenos’.

El Ministerio Público señaló que existen, en ambos casos, «elementos de convicción suficientes» sobre la comisión de delitos, así como riesgo de fuga o de obstrucción de las investigaciones.

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Los dos ex ministros, que dejaron sus cargos a principios de noviembre, están acusados de un delito de uso indebido de influencias.

La Fiscalía ya había solicitado previamente a las autoridades migratorias que se impidiese la salida del país de los dos ex ministros, miembros del Gabinete de la ex presidenta de facto del país, Jeanine Áñez, si bien no está claro cuál puede ser su paradero actual, según lo informó la agencia de noticias española Europa Press.

Allanamiento

El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) Alberto Aguilera, confirmó un allanamiento en el domicilio de Murillo en Cochabamba, aunque en relación con las pesquisas sobre la desaparición de la libreta de servicio militar del ex presidente Evo Morales.

«Lo que me indican es que (la casa) estaba vacía», explicó, según el diario Página Siete.

Las investigaciones sobre Murillo y López parten de una denuncia presentada en junio por miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), ahora en el Gobierno y, según la Fiscalía, los perjuicios económicos de la compra de los gases lacrimógenos podrían alcanzar los 2 millones de dólares.