El primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció este lunes que la provincia más poblada de Canadá abandonará el pasaporte de vacunación contra la Covid-19, blanco de protestas desde fines de enero.

«Vamos a deshacernos de los pasaportes», dijo Ford en conferencia de prensa.

Ford explicó que la decisión no se debe a las protestas que bloqueaban desde hace semanas el puente Ambassador, un paso fronterizo clave entre Estados Unidos y Canadá, por donde transitan todos los días más de 40.000 viajeros y camiones con mercancía valorada en 323 millones de dólares.

Se elimina el pasaporte, aseguró, porque «es seguro hacerlo», ya que la gran mayoría de las personas están vacunadas y ya pasó el pico de casos provocado por la variante Ómicron.

Ford dijo estar «listo» para acelerar el «plan de reapertura» y que comenzará a partir del 17 de febrero, informó la agencia de noticias AFP.

La provincia también eliminará su límite de capacidad del 50% en los restaurantes este jueves 17, cuatro días antes de lo previsto.

En tanto, detalló que para el 1 de marzo la provincia eliminará el requisito de que las personas muestren un comprobante de vacunación para ingresar a restaurantes, gimnasios y eventos deportivos.

Ford no dio un cronograma para eliminar el requisito de que las personas usen máscaras en lugares públicos.

“Déjenme muy claro: nos estamos moviendo en esta dirección porque es seguro hacerlo. El anuncio de hoy no se debe a lo que está sucediendo en Ottawa o Windsor, sino a pesar de ello”, dijo Ford.

“Necesitamos ley y orden. Nuestro país está en riesgo ahora. No solo no está sucediendo aquí en Ottawa, sino que está sucediendo en Alberta y Columbia Británica”, dijo Ford. “No aceptaremos eso», dijo sobre la protesta, que fue replicada en varios países de Europa.

Mientras tanto, el cruce fronterizo más concurrido entre Estados Unidos y Canadá volvió a abrir este lunes después de que la policía retirara a los últimos manifestantes que habían bloqueado el puente Ambassador durante casi una semana en una manifestación contra las restricciones de virus de Canadá.

El bloqueo de ese puente que une a la ciudad de Windsor, en Ontario, con la estadounidense Detroit, por donde pasa aproximadamente el 25% del comercio entre ambos países, obligó a los fabricantes de automóviles de los dos lados de la frontera a detener o reducir la producción.

La situación llevó a que las autoridades de Ontario declararan el viernes el estado de emergencia, y a la corte suprema provincial a ordenar a los camioneros poner fin al bloqueo.

«El puente Ambassador está ahora totalmente abierto, dijo la Detroit International Bridge Company en un comunicado, informó la cadena de noticias CNN.

Pero la protesta más grande de camiones en la capital, Ottawa, persistió mientras los residentes de la ciudad estaban furiosos por la incapacidad de las autoridades para recuperar las calles.

Hasta ahora, el primer ministro rechazó los llamados a utilizar el Ejército, pero aclaró que «todas las opciones están sobre la mesa» para poner fin a las protestas, incluida la invocación de la Ley de Emergencias, que otorga al gobierno amplios poderes para sofocar los disturbios.

Se espera que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también recurra a la ley de medidas de emergencia para poner fin a la situación, indicó el canal CBC.

Esa ley puede invocarse en caso de una «crisis nacional» y otorga al Gobierno federal mayores poderes. Trudeau debía discutir el asunto esta jornada con todos los gobiernos provinciales.

La provincia de Ontario había vuelto a imponer a fines de diciembre, al igual que otras regiones del país, medidas muy estrictas ante el aumento de los contagios debido a la variante Ómicron, lo que provocó protestas.

Ottawa se convirtió en el epicentro de las protestas. El sábado, la policía dijo que unos 4.000 manifestantes seguían ocupando el centro de la ciudad, en el tercer fin de semana de la movilización.

Los camioneros encontraron apoyo entre los conservadores y entre quienes se oponen a los mandatos de vacunación contra el coronavirus en todo el mundo, aun cuando las medidas anticovid se están levantando en muchos lugares.

Las manifestaciones inspiraron movimientos similares, llamadas «caravanas de la libertad», en varios países europeos, Australia y Nueva Zelanda. Algunos camioneros estadounidenses están considerando la posibilidad de realizar una protesta en marzo.

La policía lanzó el sábado en París gases lacrimógenos y emitió cientos de multas en un esfuerzo por desmantelar las protestas.

Países Bajos, Suiza y Austria también fueron escenario de protestas y Bélgica anunció hoy que la policía había interceptado 30 vehículos en el marco de un operativo que busca detener una caravana similar.