Por Jo Biddle y Siavosh Ghazi

El presidente de Irán, Hassan Rohani, lanzó este jueves una ofensiva diplomática para conseguir un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, mientras en Suiza se reanudaron las negociaciones entre Washington y Teherán.

Rohani llamó uno por uno a sus homólogos francés, François Hollande, ruso, Vladimir Putin, chino, Xi Jinping, y al primer ministro británico, David Cameron, en un intento de conseguir avances en las negociaciones.

También envió cartas a los dirigentes del llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) para abordar las conversaciones sobre el programa nuclear, a tan sólo cinco días del 31 de marzo, fecha límite que se impusieron los negociadores para llegar a un acuerdo político.

«El levantamiento total de las sanciones es el elemento principal de las negociaciones para avanzar hacia una solución definitiva», declaró Rohani a sus interlocutores, según la presidencia.

Estados Unidos e Irán reanudaron este jueves en Suiza las conversaciones sobre el programa nuclear de Teherán.

Kerry y su homólogo iraní Mohamad Javad Zarif se reunieron poco después de las 09h00 GMT, junto a sus delegaciones, en un lujoso hotel de Lausana para proseguir sus conversaciones menos de una semana después de otra maratoniana sesión de negociaciones.

Un histórico acuerdo, que pondría fin a más de una década de desencuentros, pretende impedir que Irán desarrolle armas nucleares a cambio de la suspensión o aligeramiento de las sanciones económicas que le ha impuesto la comunidad internacional.

Irán niega reiteradamente que busque fabricar armas nucleares y asegura que su programa tiene objetivos civiles y pacíficos.

El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, se sumará a las negociaciones de Lausana el próximo sábado, anunció suministerio este jueves.

Una fuente europea relativizó la importancia de la fecha tope del 31 de marzo, ya que el plazo realmente final, en el que se incluye la solución de todos los aspectos técnicos, termina el 30 de junio.

«Hay un camino trazado para llegar a un acuerdo» dijo el responsable del Departamento de Estado, aunque advirtió que «aún no hemos llegado ahí».

Por su parte, el jefe del programa nuclear iraní Ali Akbar Salehi dijo el jueves a la AFP ser «optimista» sobre la posibilidad de lograr ese histórico acuerdo, aunque advirtió sobre el difícil contexto regional y el activismo de quienes no quieren que se llegue a un compromiso.

«En conjunto soy optimista», dijo Salehi, pero «hay quienes en el plan internacional tienen interés en que haya problemas» y «no permanecen inactivos e intentan que no haya acuerdo».

El responsable nuclear iraní alertó sobre el impacto posible en las negociaciones de «acontecimientos regionales e internacionales».

– Tenso contexto regional –

Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní se reanudan en efecto en un contexto regional extremadamente tenso, con la intervención militar el miércoles por la noche de una coalición liderada por la sunita Arabia Saudita contra los rebeldes chiítas hutíes en Yemen, que son apoyados por Teherán.

Irán condenó este jueves esa intervención militar –apoyada por Estados Unidos– y la calificó de «iniciativa peligrosa (…) que viola las responsabilidades internacionales y la soberanía nacional».

Esta operación «creará más tensiones en la región y no aportará ningún beneficio a ningún país», aseguró Zarif desde Lausana, a la televisión iraní en árabe Al Alam.

El ministro iraní precisó, no obstante, que el tema de Yemen no había sido tratado con su homólogo norteamericano John Kerry.

«Nuestro diálogo se limitó únicamente al tema nuclear», aseguró. La precedente sesión de negociaciones en Lausana había concluido el pasado fin de semana con una serie de «progresos» pero también con «importantes divergencias» entre Teherán y el grupo 5+1.

Al margen de los propios negociadores, y prueba del tenso contexto regional, a principios de semana el ministro saudí de Exteriores, Saud Al Faysal afirmó que no hay que darle a Irán–gran rival de Arabia Saudita– «un acuerdo que no se merece».

Además, el miércoles, víspera de la reanudación de las negociaciones en Lausana, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu – cuyas relaciones con Washington están en un nivel inéditamente bajo– prometió que seguiría actuando contra un acuerdo. Israel e Irán son acérrimos enemigos en la región.