Ocho personas murieron al estrellarse un hidroavión ruso en el sur de Turquía, el cual colaboraba para apagar un incendio en la provincia de Kahramanmarash, en el sur del país, ante el avance de las llamas que devastan amplias zonas desde hace semanas

Las autoridades de ambos países informaron que en el siniestro falleció toda la tripulación del hidroavión, conformada por cinco rusos y tres turcos.

El aparato, un Beriev-200, había sido alquilado a Rusia por la Dirección general turca de Bosques y se estrelló por razones desconocidas cuando acababa de expulsar su carga de agua para apagar un fuego, según indicó la cadena pública turca TRT, citada por la agencia AFP.

Las cadenas de televisión difundían imágenes de una columna de humo elevándose de una montaña de difícil acceso, donde se estrelló el avión.

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“Enviamos este avión para apagar el fuego. Perdimos contacto con él y luego se estrelló”, declaró el gobernador de la provincia de Kahramanmarash, Omer Faruk Coskun, citado por los medios turcos.

Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin felicitó a las “valientes” víctimas del accidente del hidroavión.

Los incendios devastaron la costa sur del país desde finales de julio hasta principios de agosto.

Esta semana, las autoridades anunciaron que la mayoría de los focos habían sido controlados, pero en los últimos días se reportaron otros nuevos frentes en Kahramanmarash y en Çanakkale, en el oeste.

Estos incendios mostraron la falta de medios de Turquía en materia de lucha aérea contra incendios, causando fuertes críticas contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

Así, el gobierno turco se vio obligado a alquilar varios aparatos de lucha contra el fuego a Israel y Rusia. España también envió un hidroavión para ayudar en las tareas.

Para muchos expertos, las catástrofes naturales como las ocurridas en Turquía podrían volverse más frecuentes y violentas a causa del calentamiento climático.

Turquía es uno de los pocos países que no adoptaron el acuerdo de París sobre el clima de 2015.

En tanto, y en relación a las inundaciones que tuvieron lugar después del fuego, las autoridades turcas precisaron que ya son 58 los fallecidos, de los cuales 48 corresponden a la zona de Kastamonu, nueve a Sinop y uno en Bartin, al tiempo que agregaron que hay ocho personas que continúan internadas en hospitales.

Por el momento, se contabilizan más de 2.300 ciudadanos que han sido evacuados de las zonas más afectadas por el fenómeno natural, la mayoría han sido trasladado a los albergues que el Ejecutivo ha dispuesto donde reciben atención médica y psicológica.