El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió en una carta a su par estadounidense, Donald Trump, profundizar el diálogo para buscar alternativas al problema migratorio y evitar así confrontaciones, luego de que el mandatario norteamericano anunciara aranceles como castigo por el continuo flujo de personas.

En su cuenta de Twitter, Trump dijo que los los aranceles se mantendrán «hasta el momento en el que los migrantes ilegales que vienen por México, a nuestro país, PAREN».

La Casa Blanca agregó luego que los aranceles empezarán en el 5 % en junio y ascenderán hasta el 25 % en octubre y se impondrán a todos los productos procedentes de México, mientras continúe el flujo migratorio a través de la frontera común.

México exportó en 2018 a Estados Unidos 346.500 millones de dólares en productos que se verán afectados por esta imposición arancelaria, desde frutas y verduras a vehículos y tecnología.
La Casa Blanca aprovechó la ocasión para invitar a las empresas que producen en México a que se «reubiquen» en Estados Unidos para no pagar los aranceles ni verse afectadas de ninguna manera por la medida.

Con esta medida, Trump aspira a que el gobierno de López Obrador actúe en su frontera sur con Guatemala y en su país para impedir la llegada de migrantes centroamericanos a territorio estadounidense.

En su carta, López Obrador aseguró a Trump que los problemas sociales «no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas», consignaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
«Le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio», dijo López Obrador en el escrito, en el que le reitera que no quiere confrontación pero tampoco le falta valor, ya que, como añadió, no es «cobarde ni timorato».

En la misiva, divulgada anoche por la Presidencia de México, López Obrador le aseguró a Trump que su país «cumple su responsabilidad de evitar la migración» sin violentar los derechos humanos.

El gobernante mexicano le solicitó a Trump que, si no tiene inconveniente, instruya a sus funcionarios a que atiendan a los representantes de su país que hoy viajan a Washington «para llegar a un acuerdo en beneficio de nuestras naciones».

México se convertirá en «una potencia con dimensión social» y los mexicanos podrán trabajar y ser felices donde nacieron, donde están sus familiares, sus costumbres y sus culturas y no irse a Estados Unidos, señaló.