El gigante tecnológico chino y la empresa finlandesa Nokia suministrarán a Telefónica Deutschland, de origen alemán, sus actualizaciones para las redes móviles de quinta generación. Se espera que ambas empresas desempeñen un papel en el despliegue de la tecnología 5G en Alemania.

El respectivo acuerdo ya está sujeto a la certificación por parte de las autoridades alemanas, expresó el comunicado publicado por la empresa que opera la segunda mayor red inalámbrica del país teutón. Esta noticia es un alivio para Huawei después de que la empresa alemana Deutsche Telekom declarara que Huawei ya no le suministraría su nuevo equipamiento 5G debido a la creciente incertidumbre política.

Actualmente, el Gobierno alemán elabora pautas de seguridad que deberán seguir las empresas para poder participar en la expansión de las redes inalámbricas dentro del país. Se espera que las autoridades locales tengan que certificar todo el equipo, incluidas las antenas.

Desde Telefónica comunicaron que «toman en cuenta el actual proceso político» que busca establecer nuevas normas, pero no planea «retrasar el inicio de expansión de la tecnología 5G». La empresa todavía no ha elegido a la compañía que actualizará su red central que es la más sensible en lo que a seguridad respecta y no lo hará hasta el 2020, declaró su director general Markus Haas, citado por Bloomberg.

Aparte de aumentar sus ventas en un 5% para 2022, la empresa alemana busca mejorar su margen de beneficio, medida de la rentabilidad que se calcula al encontrar la ganancia neta como un porcentaje de los ingresos. Los ejecutivos de Telefónica Deutschland están seguros de que podrán atraer al mayor número de los consumidores en las áreas rurales e incrementar el de sus abonados cuando las corporaciones nacionales decidan instalar la tecnología 5G en sus fábricas.

Hoy en día la empresa china lidera el desarrollo de las redes inalámbricas 5G. En mayo del 2019 Huawei apareció en la lista negra de EEUU que prohibió a las compañías tecnológicas estadounidenses hacer negocios con el gigante chino. El Gobierno estadounidense acusa a Huawei del presunto espionaje y trata de convencer a los países europeos de que dejen de adquirir los equipos de la compañía china. A su vez, los directivos de Huawei rechazaron en repetidas ocasiones estas acusaciones de Washington.