Tres ministros israelíes y dos de sus pares palestinos se reunieron cara a cara en una reunión muy poco usual en medio de la constante tensión del conflicto, que tuvo una sangrienta escalada militar este año, para negociar una mínima cooperación sanitaria por la pandemia, según informó hoy la prensa local.

La reunión fue impulsada por el ministro de Cooperación Regional de Israel, Issawi Frej, quien desde que asumió el nuevo Gobierno -compuesto por una amplía y heterogénea coalición que va desde la extrema derecha nacionalista y religiosa hasta un partido palestino islamista- intenta reactivar los contactos políticos directos con las autoridades de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Gobierno liderado por Mahmud Abbas en la ocupada Cisjordania.

De la reunión en un hotel de Jerusalén participaron Frej y sus colegas de gabinete de Salud y Protección Ambiental, Nitzan Horowitz y Tamar Zandberg, respectivamente; y sus pares de la ANP, aunque solo se mencionó a la ministra de Salud, Mai al Kaila, según la agencia de noticias palestina Wafa y medios israelíes como The Times of Israel.

Los tres ministros israelíes son miembros de partido Meretz, tradicional referente de la izquierda de su país, que defienden la negociación de un acuerdo de paz para terminar con más medio siglo de ocupación militar de los territorios que la mayoría de la comunidad internacional y la ONU reconocen como parte del futuro Estado palestino.

Al salir de la reunión, Al Kaila informó que ambas partes acordaron una serie de medidas, como por ejemplo que a partir de ahora los palestinos vacunados contra el coronavirus en los hospitales de la ANP serán reconocidos por Israel como inmunizados.

Además, los palestinos de la ocupada y bloqueada Franja de Gaza que sean autorizados para un tratamiento médico dentro de Israel no tendrán que cruzar a pie los puestos de control que separan ambos territorios y que pueden llevar mucho tiempo, sino que serán transportados en ambulancia.

Frej adelantó que esperan más reuniones técnicas bilaterales como esa en el futuro cercano.

“Habrá otras reuniones con los ministros de Transporte y los ministros de Economía. El proceso continúa. Hay buena voluntad y compromiso por ambas partes. Vamos a discutir asuntos civiles en beneficio de ambas partes», explicó al diario The Times of Israel.

Hacía años que no había una reunión a nivel ministerial entre el Gobierno israelí y el palestino. Pero este no es el único gesto auspicioso.

La semana pasada, la agencia de noticias palestina Wafa había informado que el presidente Abbas recibió cuatro llamadas telefónicas de funcionarios de primera línea del Gobierno y el Estado israelíes, incluido el flamante mandatario y veterano dirigente laborista Isaac Herzog.

Poco después, Israel anunció que aumentará el número de permisos de trabajo para los palestinos que viven en la ocupada Cisjordania y pueden ingresar al territorio israelí de 16.000 a 105.000.

Se trata de avances muy pequeños y limitados, pero significativos ya que la última vez que líderes israelíes y palestinos se sentaron cara a cara fue hace años y, desde entonces, la violencia y la tensión no ha parado de crecer en la región.