Por sexto día consecutivo, miles de personas se volcaron a las calles de Belgrado, la capital de Serbia, para protestar contra la acumulación de poder en manos del primer ministro, Aleksandar Vucic, quien el domingo fue elegido presidente.

La marcha, convocada a través de las redes sociales, comenzó al mediodía local frente a la sede del gobierno, en señal de apoyo a una manifestación que llevan a cabo ahí sindicatos policiales y militares en protesta por el bajo nivel de vida.

En esta nueva protesta contra Vucic pueden verse carteles en los que se denuncia fraude electoral y se alerta de la concentración de poder en manos de este antiguo político ultranacionalista, reconvertido en europeísta.

Los manifestantes también exigen que se aclare el censo electoral, ante los indicios de que está inflado e incluye a muchas personas ya fallecidas, informó la agencia de noticias EFE.

Vucic ganó las elecciones presidenciales del pasado día 2 con el 55% de los votos, muy por delante del resto de aspirantes.

Aunque el cargo de presidente es simbólico y no tiene atribuciones ejecutivas, se considera que Vucic, como jefe del gobernante Partido Progresista Serbio (SNS), seguirá siendo quien dirija en la práctica al gabinete.

El SNS tiene, además, mayoría absoluta en el Parlamento.

Los manifestantes exigen la dimisión de los directivos de la televisión pública por considerar que informan a favor del gobierno, y también de la presidenta del Parlamento, Maja Gojkovic, cercana colaboradora de Vucic, por su decisión de dejar sin actividad al Legislativo durante la pasada campaña electoral.

El propio Vucic subrayó que las protestas son una señal de la democracia en el país.
Algunos miembros del gobierno acusaron a políticos opositores a Vucic de estar detrás de las protestas y denunciaron que varios diputados de la oposición participan en las marchas.