Varios miles de personas se manifestaron el sábado en París para pedir «el fin el régimen de excepción para los prisioneros vascos», constató una periodista de la AFP.

Convocada por organizaciones y diputados del País Vasco, el objetivo de la marcha era reclamar el acercamiento de 62 personas detenidas por delitos o crímenes vinculados con el terrorismo vasco.

«Pedimos que el derecho común sea aplicado a los detenidos vascos. ¿Por que los prisioneros vascos no se benefician de los mismos derechos que los otros prisioneros?», se preguntó el alcalde de centro-derecha de Bayona (suroeste) Jean-René Etchegaray, también presidente de la Comunidad Urbana del País Vasco.

Según él, hubo «más de 10.000» participantes en la manifestación en la capital francesa.

Estos detenidos se encuentran actualmente en 20 prisiones en toda Francia, a una media de unos 600 kilómetros de la región vasca, según las organizaciones que los defienden.

Las familias piden un traspaso a centros penitenciarios más cercanos a sus regiones.

Los organizadores de la manifestación quieren que se elimine el estatuto de Detenidos Particularmente Señalados (DPS) que pesa sobre sus condiciones de detención y sus posibilidades de atenuación de pena.

Piden asimismo la liberación de los que están enfermos o al final de su pena y la «aplicación del derecho común» para los prisioneros vascos.

Esta manifestación concluye la «marcha de cárceles parisinas», iniciada el 7 de diciembre en el centro penitenciario de Réau, en las afueras de París.

Esta protesta se inscribe en un proceso iniciado en 2011, con la renuncia de ETA a la violencia.

El 20 de octubre de 2011 la organización vasca anunció «el fin definitivo de la lucha armada» pero sin disolverse, llamando a negociar la suerte de sus cientos de miembros presos a cambio de una entrega de armas, a lo que el gobierno español se negó.

Desde entonces, ETA anunció el sellado unilateral de algunos arsenales y en abril de 2017 entregó a las autoridades francesas una lista de ocho escondites de armas y explosivos, donde se encontraron cerca de 3,5 toneladas de material, según París.