Miles de personas se manifestaron hoy en París y otras ciudades de Francia para repudiar una reciente serie de actos antisemitas, horas después de que desconocidos pintaran esvásticas en 90 tumbas de un cementerio judío en el este del país.

En la capital, los ex presidentes Francois Hollande y Nicolas Sarkozy se sumaron a la marcha en la Plaza de la República, que fue encabezada por el primer ministro Edouard Philippe.

Partidos de todo el espectro ideológico participaron de la jornada nacional de manifestaciones, convocada bajo el lema «Es suficiente», aunque el partido Encuentro Nacional, de la líder de extrema derecha Marine Le Pen, realizó un evento separado.

El presidente Emmanuel Macron fue al Memorial de la Shoah, un museo parisino sobre el Holocausto, para observar un minuto de silencio junto a líderes de Parlamento francés. «Cada vez que una persona francesa, porque él o ella es judío, es insultada o amenazada, o lo que es peor, herida o asesinada, toda la República» es atacada, dijo Macron en conferencia de prensa.

Horas antes de que empezaran las marchas, Macron visitó el cementerio judío vandalizado anoche en Quatzenheim, una pequeña localidad de la región de Alsacia, en el noreste del país. «Los que hicieron esto no son dignos de la República, y ella los castigará», dijo, y agregó que sentía vergüenza al mirar las tumbas profanadas.

Macron se reunió durante la visita con líderes locales y miembros de la comunidad judía. Francia alberga a la comunidad judía más grande del mundo después de Israel y Estados Unidos, con 550.000 personas. Datos publicados la semana pasada mostraron más de 500 ataques antisemitas en 2018, un aumento del 74% respecto a 2017.

El sábado pasado, varios manifestantes del movimiento de protesta de los «chalecos amarillos» fueron grabados insultando al filósofo Alain Finkielkraut, escritor e hijo de un superviviente del Holocausto, durante su habitual marcha de los fines de semana.

Entre otros incidentes recientes, cruces gamadas fueron pintadas sobre retratos callejeros de Simone Veil, una ex política y activista francesa que estuvo en un campo de concentración nazi y fue presidenta del Parlamento Europeo antes de morir, en 2017.

La palabra «Juden» -judíos, en alemán- fue pintada en la ventana de un restaurante judío de París, y dos árboles plantados en un memorial que honra a un joven judío torturado hasta la muerte en 2006 fueron dañados, uno de ellos derribado.

Dos jóvenes fueron arrestados el viernes pasado acusados de disparar con un rifle de aire comprimido varios tiros contra una sinagoga del suburbio parisino de Sarcelles, donde vive una numerosa comunidad judía.