El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), volvió a dejar en claro la postura de ese país respecto a la definición de las Elecciones en Estados Unidos, cuando ante la consulta periodística sobre una posible comunicación con Joe Biden afirmó que “el Gobierno de México no es pelele de ningún gobierno extranjero”.

Desde que el demócrata fuera declarado por los medios de comunicación como “presidente electo” del país norteamericano el pasado 7 de noviembre, esta semana (y por tercera vez desde entonces) un periodista mexicano le preguntó al presidente mexicano, en la rueda de prensa diaria, si consideraba aceptar una llamada telefónica que desde el equipo de Biden dejaron trascender que buscaban, para comenzar a coordinar las relaciones entre los dos países, aunque el gobierno de México no lo ha felicitado ni reconocido como mandatario aún.

López Obrador se mostró enérgico al reiterar la posición del Estado que conduce. “Miren, ya hemos aclarado bastante sobre este asunto y hay confusión o no se quieren entender las cosas”, comenzó.

Puso énfasis en que la política de su gobierno se sostiene en los principios históricos de la política de relaciones exteriores mexicanas, establecidas en base a la postura del Presidente Benito Juárez y que alega que “entre los individuos como, entre los pueblos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, lo cual está expresado en el Artículo 89 de la Constitución mexicana, que dicta que la política de relaciones exteriores se debe fundamentar en “la no intervención y la autodeterminación de los pueblos”.

En esa línea, el mandatario cuestionó al “periodo neoliberal” de anteriores mandatos, ya que “hicieron a un lado los principios de política exterior de México, principios que se construyeron en el tiempo y tienen como punto de partida en las posturas de los liberales, en particular la postura de Juárez”.

“Entonces, con apego a esa política de principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos, nosotros no podemos hacer un reconocimiento de ningún tipo a un gobierno que todavía no está legal y legítimamente constituido”, dijo AMLO.

“Y no estamos en contra ni a favor de nadie. Esperamos, porque es una decisión de otro país, de otro pueblo… Primero, son más de 140 millones de votantes, una parte vota por un partido, otra parte vota por otro, ¿cómo nosotros nos vamos a convertir en juez?¿Quién nos autoriza (a) eso, a irnos a meter a un proceso interno? Tenemos que respetar a los ciudadanos de otros países” remarcó.

“¿Que si no reconocemos va a haber represalias? No, no tiene por qué haber represalias, porque nos estamos apegando a nuestra política de principios, a nuestra legalidad; además, no somos colonia, somos un país libre, independiente, soberano. El Gobierno de México no es pelele de ningún gobierno extranjero”, dijo el presidente.

“Así se vino construyendo, lo que hizo el general Cárdenas, darle asilo a Trotsky, proteger a los refugiados españoles, darle protección, abrir las puertas a la comunidad judía», agregó.

En el mismo sentido, López Obrador dijo que su administración se guiará los principios de la Doctrina Estrada y no tratará de intervenir en asuntos que no le competen al pueblo de México. “Cuando todos en la OEA votan por la expulsión de Cuba, el único país que se opone es México, en el gobierno del presidente López Mateos. Antes un canciller (Genaro) Estrada, creo que 1930, define muy claramente lo que está en la Constitución, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos y este canciller Estrada, envía un memorándum a embajadores de México, para que se abstengan de opinar en asuntos de otras naciones y que seamos respetuosos de las elecciones en otros pueblos”, explicó.